Construire – 2

En Boulogne-sur-Mer, la agencia CONSTRUIRE intervendrá en viviendas sociales, constituidas de pequeñas casas. En lugar de derruirlas, la ciudad decidió rehabilitarlas con fondos propios. La arquitecta Sophie Ricard intentó, viviendo en el barrio durante dos años, adaptar la rehabilitación de las casas a las situaciones individuales de cada habitante. Su trabajo comenzó con el diseño de un pequeño jardín, como manera de integrarse en el barrio y de encontrarse con los vecinos, empezando con los niños. Extraerán de entre los desechos de las obras colindantes para acondicionar invernaderos o un camino a través del jardín. Si bien la falta de medios ha llevado a esta solución, no ha sido difícil de aceptarla, ya que en el barrio varios habitantes tienen experiencia en la recuperación ya que trabajan como chatarreros. La obra, abierta a todos, debutó con el aislamiento exterior de las casas y continuó con la intervención en el interior. El área de la obra (la cité chantier), acondicionada en la casa contigua a la vivienda puesta a disposición de la arquitecta, se convertirá en lugar de encuentro. los obreros comían alrededor de una mesa fabricada con madera de palet por los niños del barrio. El largo diagnóstico y el tratamiento personalizado acordado a las diferentes casas desembocó en la redacción de sesenta licitaciones diferentes. El trabajo realizado sobre el color dará visibilidad a este enfoque individualizado.

Otro proyecto, realizado en Tourcoing, da continuidad a la idea de “reparar en lugar de reconstruir”. Todo ello manteniendo la presencia de los arquitectos en el lugar de la intervención, así como planteando un enfoque individualizado del trabajo a realizar en cada casa. Se trata de casa obreras de ladrillo, cuya demolición se evitó gracias al trabajo de la asociación Rase pas mon quartier. Aquí también habrá que unir las diferentes categorías de habitantes en torno a un mismo proyecto, crear “comunidad”, pero también “la diferenciación”. El taller eléctrico, un espacio sociocultural, será un punto de encuentro y servirá de permanencia arquitectónica. Más concretamente, el trabajo sobre el aislamiento y el revestimiento va acompañado de una reforma interna de las viviendas. Se pone en marcha una red de reutilización a escala del barrio para pequeños elementos como las baldosas. En efecto, las baldosas de cemento constituyen una parte esencial de la identidad de estas casas obreras. En una entrevista realizada para la obra “Matière Grise”, Patrick Bouchain detallaba lo siguiente sobre la red de reutilización: “Por lo tanto, se creó una casa-tienda en la que se puso todo lo que se desmontaba de otras viviendas. Sirvió para los contratistas, pero también para cualquier persona del barrio que podía venir a buscar en este lugar un grifo, un interruptor, un azulejo, una pieza de parquet, una contraventana, una ventana…”

En ambos casos, se trata de “construir de otra manera”, no trabajar para un habitante “medio” que vive en una vivienda “normalizada”, ni de “aplicar ciegamente modelos y estándares preestablecidos”. La consideración de las particularidades de cada uno es lo que ha permitido añadir a los diferentes proyectos esta segunda capa cultural y social de la que habla también Patrick Bouchain. Y la elección de la reutilización para acompañar este enfoque parece obvia. Reutilizar requiere un enfoque también específico, dependiente de cada material procedente de un stock heterogéneo. Pero ya sea la reutilización y el bricolaje que acompaña el trabajo de los obreros en Boulogne-sur-Mer o la red de reutilización establecida en Tourcoing, reutilizar no se convierte en el pretexto para cualquier gesto arquitectónico desconectado. En primer lugar, es una forma lógica de acompañar un proceso. Y la flexibilidad del enfoque de los arquitectos a veces se convierte también en flexibilidad en el diseño de futuras viviendas. Es el caso de las viviendas evolutivas de Beaumont, pequeño municipio rural, donde algunas partes de los edificios pueden ser acondicionados o transformados libremente por los habitantes, en un proceso que recuerda al de la agencia Elemental de Chile. El caso por caso se convierte en un elemento clave que favorece la autoconstrucción así como una posible reutilización a la escala de una vivienda. Este último proyecto como los dos precedentes, aunque no quieran ser demostradores de la reutilización como tal, se esfuerzan sin embargo, cada uno a su manera, de defender una concepción diferente de la arquitectura, ¡la misma que hará posible una futura generalización de la reutilización!


Los diferentes proyectos (Boulogne-sur-Mer, Tourcoing, Beaumont) descritos brevemente en este artículos, se explican con más detalle de manera más completa en la obra colectiva “Pas de toit sans toi”, publicado bajo la dirección de Patrick Bouchain en 2016 en Actes Sud, dentro de la colección L’Impensé. Las otras informaciones provienen de la entrevista realizada a Patrick Bouchain y reproducida en la obra “Matière Grise”, publicada en 2014 por el Pavillon de l’Arsenal bajo la dirección de Encore Heureux.

Construire – 1

El arquitecto francés Patrick Bouchain, del que ya os hemos hablado antes, se le conoce también por trabajar en la reconversión de edificios industriales en espacios culturales. El taller de arquitectura CONSTRUIRE, que fundó junto a Loïc Julienne, no se limita solo a estos proyectos. Sin embargo, son una parte importante de su trayectoria arquitectónica, que propone una visión anticonformista de la arquitectura. Su práctica se centra ante todo en el momento crucial de la fase de obra, haciendo participar a los diferentes profesionales en la evolución del proyecto e integrando una lógica de reutilización.

La primera reutilización es la de los propios edificios o de su estructura. Es el caso del Lieu Unique en Nantes, que ocupa los muros de la antigua fábrica LU para hacer un centro cultural, incluyendo una sala de espectáculos, espacios de exposición, un restaurante… El cambio del programa inicial de rehabilitación ha permitido, realizando lo estrictamente mínimo, reducir el presupuesto necesario. Estas intervenciones mínimas, dejan a la vista las diferentes etapas de la historia del lugar, la fábrica, el edificio abandonado y el centro cultural. El aspecto experimental del proyecto, la importancia de la obra, que se convierte en un verdadero acto cultural y en la que participan una multitud de actores, especialmente a través de una cabaña de obras, lugar de encuentro y documentación, le dará una verdadera dimensión pedagógica. La reutilización, llevada a cabo en la obra toma a su vez esta dimensión pedagógica, además de política, simbólica o estética, o simplemente de sentido común: reutilizar lo que se pueda, y preservar lo que ya sirve.

Algunos materiales reutilizados provienen del mismo edificio. Se trata por ejemplo de las placas de acero que formaban parte del suelo de la fábrica, donde las trazas de la antigua actividad del lugar están todavía visibles, de una mesa de oficina o de una escalera de emergencia proveniente de una anterior restructuración, o de los ladrillos recuperados en demoliciones parciales. A esta reutilización in situ hay que añadirle la de los restos de estas mismas demoliciones para crear una terraza en el borde del edificio. Además, se hizo un llamamiento a los artesanos que participaron en el proyecto para que aportaran materiales que pudieran ser reutilizados. Muchos son restos, de excedentes o son materiales desclasificados porque se consideran no conformes. Profesionales externos a la obra acabaron también contribuyendo en esta búsqueda de materiales. Piezas de madera proveniente de barcos que iban a ir al desguace, así como madera de demolición recubren la pasarela que forma el perímetro de la sala de espectáculo. La barra y las sillas del restaurante proceden de donaciones. Detrás del edificio y de la sala de espectáculos, se creó el Grenier su Siècle, una colección monumental donde se guardan en recipientes metálicos sellados objetos donados por los habitantes. Este espacio cerrado está destinado a ser abierto en 2100, es decir, un siglo después de su creación. Los toneles o las cajas metálicas que contienen los objetos son también donaciones. El vidrio que reviste la fachada del Grenier du Siècle es también reutilizada. Las diferentes piezas utilizadas habían sido anteriormente rechazadas por la reglamentación. Para poder integrar estos materiales, la fachada y el patchwork de vidrio de reutilización han sido declarados obras de arte. Barriles cortados por herreros malienses especializados en el reciclaje de nuestros desechos se integraron en el techo de la sala de espectáculos como aislamiento acústico. Para poder traerlos a Francia, del mismo modo que la fachada de vidrio, tuvieron que ser denominados obras de arte. Tablas hechas con los restos de madera restante de la fabricación de piraguas y cosidos entre ellos por los mismos artesanos formaron parte del proyecto, a modo de paneles para el restaurante.

Siguiendo la misma lógica, el estudio llevará a cabo otros proyectos de reconversión de antiguos edificios industriales, como Le Magasin en Grenoble, La Condition Publique en Roubaix o Le Channel en Calais. Patrick Bouchain y el estudio CONSTRUIRE se dedican a su vez a la construcción de edificios nuevos, sin dejar de lado su interés por la reutilización. Así, en la Academie Fratellini en Saint-Denis, un centro de arte y de formación en artes circenses, se recuperó madera procedente de los jardines del castillo de Versailles, donde numerosos árboles habían caído debido a una tormenta. La madera se integró prácticamente en la estructura de las gradas de la sala de espectáculos, sobredimensionando las secciones de la madera inicialmente previstas. El revestimiento exterior se realizó mediante chapas metálicas onduladas provenientes de un centro comercial donde fueron rechazadas porque el color era no conforme. Estas fueron solapadas para esconder los agujeros de la colocación inicial. Además se pintaron parcialmente para evitar que se roñaran en las zonas de corte. La reutilización y la colocación por solape llevados a cabo, así como las líneas de pintura antióxido, dan lugar a un ensamblaje aleatorio y componen la peculiaridad del proyecto.

Patrick Bouchain y Loïc Julienne participaron además, junto con Sonia Vu y ConstructLab, en la construcción de una sala de fiestas para una Universidad Popular en Argentan. Esta, denominada Le Manable, está realizada principalmente de materiales de recuperación. Otros proyectos del estudio, aunque no estén realizados necesariamente con materiales procedentes de la reutilización, dado su carácter efímero o móvil, integran o incitan a la deconstrucción y la reutilización. Es el caso de los museos itinerantes o efímeros, como el Centre Pompidou Mobile, que ha viajado entre varias ciudades francesas, o como las Étincelles du Palais de la découverte, una versión temporal – destinada a ser reutilizada- de un museo parisino, actualmente en obras. Es el caso también de salas de espectáculos bajo carpa, como La Volière, Le Centaure o Le Caravansérail.


Algunos proyectos (Le Lieu Unique, L’Académie Fratellini) descritos en este artículo, se describen de manera más concisa en las obras “Le Lieu Unique –Le chantier, un acte culturel / Nantes” de Christophe Catsaros, publicado bajo la dirección de Patrick Bouchain en 2006 de la mano de Actes Sud, dentro de la colección L’impensé, así como “L’Académie Fratellini – Le cirque de plain-pied / Saint-Denis” de Coline Serreau et Charlotte Erlih, publicado en 2008 dentro de la misma editorial y colección. Otra información proviene de la entrevista realizada a Patrick Bouchain y reproducida en el libro “Matière Grise”, publicado en 2014 por el Pavillon de l’Arsenal bajo la dirección de Encore Heureux.

Label

Las certificaciones son habituales en el ámbito medioambiental y algunos de ellos, ya sean públicos o privados, pueden incluir también la reutilización de los materiales de construcción. A nivel internacional, las distintas certificaciones HQE™ (High Quality Environmental) de origen francés, la británica BREEAM® (Building Research Establishment Environmental Assessment Method) o la estadounidense LEED® (Leadership in Energy and Environmental Design) parecen ser las más conocidas. Algunos labels pretenden, por ejemplo, tener en cuenta más específicamente el carácter circular o resaltar una huella de carbono reducida. Al respecto, la reutilización es una opción especialmente interesante. La obtención de dicho certificado entra generalmente dentro de un proceso voluntario, con el fin de reflejar determinadas prestaciones de un edificio o de un material que superan los requisitos mínimos establecidos por la normativa. A menudo se trata de una cuestión de confianza y reconocimiento que ayuda a reforzar la visibilidad de un proyecto. También existen certificados que están evolucionando hacia algo que tenga carácter obligatorio. Es el caso del certificado experimental francés E+C-, lanzado en 2016 para prefigurar el Reglamento Medioambiental 2020 (RE2020), y cuyo ámbito de actuación es, en particular, acreditar la huella de carbono de un edificio, usando herramientas de ACV. Este reglamento, como ya os explicamos aquí, utiliza un método de cálculo en el que el impacto de los materiales reutilizados en la huella de carbono se considera nulo, ¡lo que hace que esta solución sea muy ventajosa!

La mayoría de los certificados medioambientales no se aplican exclusivamente a la reutilización, pero existen algunos que se han creado con el objetivo específico de promoverla. Este es el caso del reciente label CircoLab® en Francia. Este último, gracias a una comparación del impacto medioambiental de productos reutilizados con sus equivalentes nuevos, permite expedir un certificado de rendimiento de varios niveles. Más antiguo, el label Truly Reclaimed fue creado por Salvo en Inglaterra y desarrollado como parte del proyecto europeo FCRBE (Interreg NWE). Aunque también defiende la reutilización, tiene un objetivo diferente: proteger los materiales realmente resultantes de una reutilización, distinguiéndolos de las imitaciones. En definitiva, esto hace que el proceso de reutilización sea más visible y lo promueve.

Exhibitions – 3

Hay una exposición que evidencia el interés que la reutilización despierta en el Pavillon de l’Arsenal de Paris, y también a cada vez más actores del sector de la construcción Parisino. La exposición Conserver Adapter Transmettre (Conservar Adaptar Transmitir), que termino en marzo de este año, presentaba alrededor de cuarenta proyectos parisinos que decidieron no demoler el edificio existente, ya que tenían en cuenta que cada metro cuadrado nuevo construido emite alrededor de 1,5 tonas de CO2 durante 50 años. Se trata de proyectos recientes, en fase de realización, cuyos permisos de construcción han sido introducidos entre 2020 y 2022. Proyectos que transforman lo existente (representan el 70% de las autorizaciones de urbanismo presentadas en París) donde la reutilización de los materiales tiene su importancia, y que pone en relieve “nuevos modos de fabricación que combinan desafíos climáticos, voluntades patrimoniales y programaciones adaptadas a las expectativas contemporáneas”. Estos proyectos son una verdadera inspiración para quien quiera desarrollar paralelamente el sector de la reutilización y la de los materiales de origen orgánico y geológico.

Es el caso del proyecto Au Fil du Rail de los arquitectos de Grand Huit, la reconversión de un antiguo edificio industrial en lugar de recursos de la economía circular y solidaria en los campos de la alimentación y la industria textil, inicialmente previsto para el 2023, en el que se realiza una reutilización de materiales in situ y ex situ. Las carpinterías de la antigua prefectura de Morland se integran al cerramiento del edificio. Lo mismo sucede en el proyecto super-équipement Pinard de la agencia ChartierDalix, ayudados por R-Use para la reutilización. Previsto para el 2025, prevé la transformación de una maternidad en equipamiento híbrido que aglutina las funciones de guardería, escuela, gimnasio y tercer lugar abierto a los habitantes. El 49,6% de la masa de los materiales proviene de materiales reutilizados o reciclados, como el 100% de las tejas, los ladrillos, los marcos de madera y la carpintería existente, lo que reduce un 11,6% las emisiones de carbono del proyecto. La reutilización también está presente en el proyecto surélévation Lenoir, con la rehabilitación de un edificio de actividades artesanales con el objetivo de añadir plantas para viviendas sociales, previsto para el 2024. Para esta elevación, los arquitectos de Boman, ayudados de Bellastock para la reutilización, han recurrido a materiales provenientes de la deconstrucción de inmuebles que pertenecen a Paris Habitat, como el parquet, las baldosas, las puertas o el equipamiento eléctrico. En el proyecto Scène des Loges, de la agencia Archikubik, ayudados por Mobius, previsto para el 2024, reutilizarán elementos de interior para la transformación de un antiguo garaje en viviendas. Que tantos proyectos recurran a la reutilización en un territorio tan limitado es la prueba de que algo está cambiando. La visibilidad que ofrecen estas exposiciones que cuestionan nuestras maneras de construir, recalca también la emergencia de utilizar nuevas prácticas constructivas. Entre estas, la reutilización de materiales de construcción parece ocupar un lugar.

Más allá de esta exposición, el interés de Pavillon de l’Arsenal por la reutilización no es nueva. Cabe recordar, por ejemplo, la exposición Matière Grise (de 2014 a 2015), de la que ya hablamos aquí y que sigue siendo la referencia y la más completa sobre el tema, pero no es la única. Ya en 2012, la exposición Re.architecture se hizo eco de estas prácticas, presentando el trabajo singular de 15 agencias europeas, como Assemble, Collectif Etc, Raumlabor o Rotor. En 2016, la exposición de los resultados de la convocatoria de proyectos urbanos innovadores Réinventer Paris, presentaba proyectos para los que la reutilización era un punto esencial. Entre ellos, el proyecto Morland así como la futura Ferme du Rail, de los que ya os hemos hablado. Otros proyectos desarrollados en el marco del acelerador de proyectos arquitectónicos y urbanos innovadores FAIRE fueron expuestos en el Pavillon de l’Arsenal. Es el caso en 2022, de la investigación llevada a cabo por Cigüe del hormigón de yeso a base de reutilización, del que ya hablamos aquí o de FabBRICK en 2018, un proyecto de ladrillos de material textil reutilizados, diseñado por la arquitecta Clarisse Merlet. Es el caso también de los proyectos M.E.G.A. de Niveau Zéro Atelier y de Terres émaillées de Lucie Ponard, que utilizan tierra de excavaciones parisinas para la producción de objetos o azulejos. Estos proyectos, así como FabBRICK, formarán parte de la exposición Séries Limitées de 2022. De manera similar, la exposición Terres de Paris (de 2016 a 2017) presentaba el trabajo de los arquitectos de la agencia de arquitectura Joly&Loiret sobre la construcción en tierra cruda extraída del subsuelo parisino. Dentro del acelerador de proyectos FAIRE y de Studiolo, un programa de miniexposiciones, la instalación de 2021 Académie du climat x 36 étudiants architectes x Encore Heureux: un café en projet cuenta la concepción colaborativa bajo la dirección de Encore Heureux del futuro café de la Academia del Clima en París, donde la reutilización de materiales es un factor importante. Presentado en el marco del Studiolo en 2021 y del acelerador de proyectos FAIRE, el proyecto Ceci n’est pas une porte permitió la recuperación y transformación de 1200 puertas de un antiguo hospital parisino, en total, 60 m³ de material. Las experimentaciones y la creación de muebles de la mano de los arquitectos Vincent Parreira y Marie Brodin, acompañados por Mobius, especializado en el asesoramiento en reutilización, desembocarán en la fabricación de más de 200 mesas, con la ayuda de personas en reinserción profesional gracias a la asociación ARES (Asociación para la Reinserción Económica y Social).

De manera más general, la predilección de los equipos de Pavillon de l’Arsenal por los materiales naturales y locales, como la tierra o la piedra (ver la exposición Pierre de 2018), y los artesanos que trabajan con ellas (ver la exposición Ressources de 2022), junto con las preocupaciones sociales o ambientales (prueba de ello la exposición Et demain, on fait quoi? presentado en el momento de la crisis del Covid 2020, o las exposiciones más recientes del 2023, Espaces Ferroviaires, matières vivantes o [Ré]inventer l’existant), reflejan la necesidad de una nueva forma de concebir la arquitectura, que integra la reutilización. Y aunque estas exposiciones no hablan solamente de reutilización, dan a conocer las diferentes razones o medios que pueden facilitar su resurgimiento o, puede que un día, ¡su generalización!


La exposición Conserver Adapter Transmettre se acabo el 5 de marzo de 2023, y permitió la publicación de una obra con el mismo título, Conserver Adapter Transmettre.

More bricks

Os hablábamos hace poco de la reutilización de ladrillos macizos de barro cocido. Aunque la primera opción es la de recuperar los ladrillos individualmente, librarlos de los restos de mortero para poder usarlos de nuevo en mampostería tradicional, no es siempre posible. Cuando la calidad de los materiales o la excesiva resistencia de los aglomerantes empleados no permiten la reutilización ladrillo a ladrillo, es necesario imaginar otras formas de trabajar y desarrollar técnicas innovadoras de reutilización. Si bien reutilizar ladrillo a ladrillo sigue siendo la forma más común de integrar estos elementos en nuevos proyectos, aquí abordaremos otras dos formas de hacerlo.

A partir de la década de los 70, aparecieron nuevos morteros a base de cemento o cola más resistentes y adherentes, que complicaban la recuperación y limpieza de los ladrillos. Para remediar este problema, una empresa danesa, el Lendager Group, imaginó una alternativa implementada en el proyecto de edificación residencial Resource Rows (2020) en Copenhague (Dinamarca). De esta manera, la fachada del edificio está cubierta con módulos prefabricados formados por paneles de ladrillos de diferentes tipos, orígenes, aparejos y colores, recortados de viejos muros destinados a la demolición. Estos trozos de pared obtenidos por corte, se ensamblan a modo de patchwork para luego ser utilizados como revestimiento. Cabe señalar que la reflexión de Lendager Group sobre la reutilización no se detiene en el uso exclusivo del ladrillo, ya que en este proyecto también se reutilizan madera, así como una viga de hormigón. El grupo también sigue interesándose por la reutilización a través de otros proyectos, siendo, por ejemplo, quienes montaron la exposición Wasteland, de la que os hablamos aquí.

Una tercera forma de reutilizar ladrillos es integrar aleatoriamente sus cascotes, más o menos grandes, en las paredes y tabiques de las nuevas construcciones, a menudo formadas por módulos prefabricados de hormigón. Aunque el ladrillo ya no está entero ni empleado de manera tradicional, seguimos vinculándolo a su historia. Para referirse al lado aleatorio de la ejecución, a veces se usa el término de opus incertum. Sin embargo, para dar una mejor idea de la técnica utilizada y aunque sea difícil nombrarla con precisión, preferiremos hablar de hormigón ciclópeo. Más allá de que da solución a las dificultades ligadas al uso de cementos más resistentes, esta técnica permite reutilizar otros tipos de ladrillos, como por ejemplo los huecos, que son difíciles de reutilizar enteros. El hormigón ciclópeo integrando trozos de ladrillos procedentes de demoliciones está presente en muchos proyectos paraguayos (de los que os hablamos aquí y aquí) y entre los que podemos mencionar varios proyectos del Gabinete de arquitectura (Centro de Rehabilitación Infantil de la Teletón, Quincho Tia Coral, Fundación TEXO, banco BASA) así como el proyecto Fuelle Roga (OMCM Escritorio de Arquitectura y Urbanismo) de donde proviene la foto de arriba, la Casa Ana (Mínimo Común Arquitectura) y la Casa Ilona (Grupo Culata Jovái), pero también el Pabellón de Composta (Gabinete de arquitectura), construido en México, o la Casa Angatuba (messina | rivas), construida en Brasil. También en Brasil, nótese la Residência Rua Pombal (São Paulo Criação). Vea un artículo Archdaily sobre este último proyecto. En Bélgica, es el Atelier d’Architecture Alain Richard quien está experimentando con la prefabricación de módulos de hormigón con agregados de ladrillos de terracota. Estos se utilizaron principalmente para formar el muro perimetral de un edificio de oficinas y talleres.

Todavía a mitad de camino entre la reutilización y el reciclaje, existe también una técnica histórica que utilizaba fragmentos de menor escala en lo que suele denominarse opus signinum o cocciopesto, un mortero con propiedades impermeables, dispuesto en varias capas, resultante de una mezcla de agua, cal y ladrillos o tejas de arcilla triturados, y que podría asimilarse a nuestro terrazo moderno (ver una publicación sobre este tema de Véronique Vassal en el Journal of Mosaic Research). Aunque los especialistas no siempre están de acuerdo en los términos exactos para designar tales materiales, simplemente notemos que existen aplicaciones modernas que integran restos de ladrillos de terracota (ver un artículo en francés sobre el tema en la página web Bobi réemploi). Asimismo, los franceses del Atelier NA, realizaron talleres para crear hormigón a partir de escombros reutilizados. Los franceses de Ciguë, también investigan en esta dirección, pero sobre un hormigón de yeso que prescinde del cemento e incorpora escombros reutilizados. Su trabajo dio como resultado una exposición en el Pavillon de l’Arsenal este año, así como un estudio disponible aquí. La diseñadora e investigadora Anna Saint Pierre también está experimentando con la integración de diversos residuos de demoliciones y, incluso, creando terrazo (ver un artículo de la revista Metropolis sobre este tema). Los alemanes de TFOB (They Feed Of Buildings) trabajan a su vez en este sentido a través de su proyecto Urban Terrazzo y los ingleses de Apt han colaborado con Huguet, una fábrica con sede en Mallorca, para integrar ladrillos rotos en un terrazo. Recordamos además, los experimentos de Assemble y del Granby Workshop que incorporaron estos desechos en sus objetos moldeados. Una vez más resulta difícil nombrar con precisión los materiales obtenidos, granito, terrazo, mortero u hormigón, porque las materias utilizadas, su granulometría así como las técnicas implementadas suelen ser diferentes. Lo importante sigue siendo imaginar nuevas soluciones al problema de los residuos de la construcción, y del ladrillo en particular, en lo que a este artículo se refiere.

CHARM

El proyecto europeo (Interreg North-West Europe) CHARM (Circular Housing Asset Renovation & Management) tiene como principal objetivo optimizar la reutilización de los materiales de construcción en la gestión, la rehabilitación y la construcción de viviendas sociales. De hecho, el proyecto tiende a alejarse de la tendencia actual que consiste en mejorar el reciclaje de los residuos de construcción y demolición (RCD), que muy a menudo resulta en una forma de infrarreciclaje (downcycling). Lo que está en juego aquí es, por lo tanto, la reutilización óptima de los materiales de construcción. Más allá de la demostración, el proyecto CHARM también tiene como objetivo, fomentar la adopción de este enfoque innovador por parte de sus socios y de todo el sector. Este proyecto reúne a varios organismos de vivienda social en torno a la TU Delft (Delft University of Technology), así como a otros agentes del mundo de la vivienda o de la investigación. En total, se anuncian 40 000 toneladas de materiales que podrían ser desviadas anualmente del downcycling solo por parte de los diversos organismos asociados!

El proyecto CHARM tiene objetivos muy similares a los de otros proyectos europeos, FCRBE o BAMB, con los cuales colabora, aunque se centra en la economía circular aplicada a la vivienda social. Así, se han implementado estrategias específicas que permiten la circulación de los materiales reutilizados, dentro de proyectos piloto llevados a cabo en 4 países por los distintos organismos de vivienda social asociados. La emisión de directivas y el establecimiento de plataformas de intercambio deben ayudar en el desarrollo de las estrategias. Estas últimas pueden aplicarse a renovaciones o nuevas construcciones y se refieren tanto a la reutilización in situ o ex situ, como al diseño y a la construcción con vistas a la reutilización.

Así, en Inglaterra, GreenSquareAccord construirá viviendas de madera con el objetivo de promover su montaje, desmontaje y nuevo montaje y también la reutilización de sus componentes. En Francia, Paris Habitat utilizará la experiencia de proyectos piloto anteriores para llevar a cabo varias operaciones de renovación (en colaboración con la Ville de París y Backacia) con el propósito de duplicar su volumen de reutilización y de desarrollar una plataforma de intercambio de materiales. Con el fin de concienciarlos sobre el uso de materiales reutilizados, el proyecto neerlandés Woonbedrijf, tendrá por su parte como objetivo, involucrar a los futuros inquilinos y al vecindario en el proceso de creación de nuevas construcciones, también diseñadas con vistas a una futura deconstrucción. Por último, en Bélgica, Zonnige Kempen (acompañado en particular por Rotor) será responsable, entre otras cosas, de una renovación con almacenamiento y reutilización in situ, así como de la creación de una plataforma para el intercambio de materiales. Asimismo, comparará la tasa de recuperación de materiales provenientes de la deconstrucción a la de un proyecto similar pero realizado por demolición.


Se puede encontrar aquí una descripción más detallada de los diferentes proyectos piloto.

Reuse at school

Los proyectos belgas BRIC y MØDÜLL, de los que os hemos hablado aquí, combinan reutilización y formación, y están dirigidos principalmente a aprendices de los oficios técnicos de la construcción. Otros proyectos están más dirigidos a estudiantes de ingeniería o estudiantes de escuelas de arte y arquitectura. A continuación, encontrarán una lista no exhaustiva de proyectos con objetivos a veces diversos, pero que tienen en común una forma de experimentar con la reutilización:

  • La Brighton Waste House es un edificio compuesto en un 85% de residuos de la construcción. Alojado en un terreno de la University of Brighton (Reino Unido), los estudiantes lo usan a diario. Más de 300 estudiantes de arquitectura y diseño, así como aprendices en los oficios de la construcción participaron en su construcción, entre 2013 y 2014, bajo la dirección, entre otros, del arquitecto Duncan Baker-Brown. Este último también participó en la School of Re-construction que tuvo lugar como parte del proyecto europeo FCRBE y también es autor de “The Re-Use Atlas: A Designer’s Guide Towards a Circular Economy”.
  • Rural Studio es un programa de “concepción-realización” de la School of Architecture, Planning and Landscape Architecture of Auburn University (Alabama, EE. UU.) cuyo objetivo es sensibilizar a sus estudiantes sobre el contexto social de los proyectos de arquitectura, al tiempo que proporciona edificios para los más vulnerables. Más de 200 proyectos que involucran a aproximadamente un millar de estudiantes dando un lugar privilegiado a los materiales locales y económicos, incluidos muchos materiales reutilizados.
  • El espacio expositivo RAKE (RAKE Visningsrom) de Trondheim (Noruega) es el resultado de un taller realizado por y para estudiantes de las escuelas de arte y arquitectura de Trondheim, Oslo y Bergen, y que data de 2011. El pabellón, trasladado en 2014, pone de relieve la reutilización de los materiales, como en el caso de la envolvente exterior formada por ventanas reutilizadas. Sobre este tema, ver un artículo disponible en ArchDaily.
  • Los arquitectos noruegos de TYIN Tegnestue, que ya acompañaban el proceso de construcción del espacio expositivo RAKE, tenían la costumbre de involucrar a muchos estudiantes de arquitectura en sus proyectos integrando materiales locales y reutilizados. Asimismo, se llevaron a cabo numerosos proyectos en colaboración con las comunidades locales, particularmente en Asia, pero también en Europa. Por ejemplo, el proyecto Porto Marghera, realizado en Venecia en 2013 por alumnos de la Università Iuav di Venezia, consistía en un conjunto de estructuras hechas con madera reutilizada, proveniente del pabellón canadiense de la Bienal de Arquitectura del año anterior. Los estudiantes del Tecnológico de Monterrey, Puebla (México) y de la NTNU, Norges teknisk-naturvitenskapelige universitet (Noruega) participaron por su parte en el desarrollo de un pabellón de madera completamente reversible (Lyset paa Lista), en Lista (Noruega) en 2013.
  • El arquitecto sevillano Santiago Cirugeda, a través del estudio de arquitectura Recetas Urbanas, promueve la autoconstrucción, la autogestión y también la experimentación en una lógica de participación y apropiación ciudadana. Uno de sus temas favoritos es la reutilización de los materiales y en sus proyectos han participado muchos estudiantes. El espacio Aula Abierta se construyó en 2004 a partir de materiales reutilizados por estudiantes de la Universidad de Granada (Facultad de Bellas Artes). Fue posteriormente desmontado y reconstruido en Sevilla en 2012. En 2016 se inauguró la ampliación de la Escuela Superior de Diseño de Madrid llevada a cabo por y para los estudiantes y sus profesores. El proyecto bautizado La Escuela Crece puede presumir de hacer uso de un 85% de materiales reutilizados.
  • El festival Bellastock creado en Francia hace más de 15 años por la cooperativa de arquitectura del mismo nombre, propone cada año la creación de una ciudad efímera experimental a escala 1:1 a estudiantes principalmente de escuelas de arte o arquitectura. Los experimentos están relacionados, entre otras cosas, con la reutilización de los materiales. El festival se exportó al extranjero y llegó a Madrid, en 2012, 2013 y 2014, liderado por el colectivo Madstock.
  • En Francia, en el marco del proyecto educativo Pôle 21 y de su docencia en la École Nationale Supérieure d’Architecture (ENSA) Marseille, Jean-Marc Huygen, también autor de libro “La poubelle et l’architecte – Vers le réemploi des matériaux” sobre reutilización y al origen del proyecto para una red europea de reutilización lanzado en 2009, participa en experimentos que implican materiales sostenibles o reutilizados. Estudiantes de la ENSA Marseille y de la Université Grenoble Alpes (UGA) y luego de la ENSA Grenoble practican la recolección de materiales y la autoconstrucción en el pueblo de Barjols, o más recientemente en los pueblos de Correns o de Eurre. Para obtener más información, en francés, consultar la obra colectiva “Pôle 21 – 2 ans de réemploi à Barjols”, así como un artículo en la página web de la UGA. Anteriormente, de 2010 a 2012, siempre según la misma lógica, Jean-Marc Huygen acompañado de numerosos estudiantes, ya había participado en los experimentos llevados a cabo en una antigua manufactura de tabaco, la Friche la Belle de Mai (Marsella). Más información sobre este tema en la web matieras.eu.
  • Como parte de una iniciación a la reutilización en la construcción para estudiantes de arquitectura e ingeniería (UGA y ENSA Grenoble), supervisada por la agencia NA architecture (Francia), se realizaron y expusieron en Grenoble (Francia) dos prototipos de marquesinas para bicicletas.
  • Como parte de su enseñanza en la ENSA Paris-Belleville y en la ENSA Bretagne, el arquitecto francés Cyrille Hanappe (AIR Architectures y Actes et Cités) lleva a sus estudiantes a trabajar con habitantes en situaciones precarias, haciendo uso de la reutilización. Participaron, por ejemplo, en el diseño de una cocina colectiva para los habitantes de un barrio de chabolas (reutilización de puertas y ventanas), así como en el de un lavadero y de una sala comunitaria (reutilización de madera de cajas de mudanza, letreros, ventanas).
  • El Atelier Na (Francia), que lleva a cabo experimentos relacionados con la reutilización, tomo parte en escuelas de verano, seminarios o obras participativas, realizo también dos módulos a partir de materiales reutilizados en colaboración con estudiantes del Institut National des Sciences Appliquées (INSA) de Estrasburgo (Francia).
  • El colectivo de arquitectos raumlaborberlin (Alemania), especializado en proyectos participativos con materiales considerados como residuos, organizó un taller en 2011, en el que participaron estudiantes de toda Italia, para construir la Officina Roma, una villa efímera formada por botellas, puertas de coche y bidones de gasolina, entre otras cosas. El proyecto se realizó en el marco de la exposición “Re-Cycle: Strategies for Architecture, City and Planet” propuesta por el MAXXI (Museo nazionale delle arti del XXI secolo) en Roma en 2012. En 2018, en Berlín, el colectivo construyó con numerosos estudiantes la Floating University, un lugar de estudio e investigación que desde entonces se ha convertido en una asociación. Sobre la Officina Roma, ver este artículo de Designboom y sobre la Floating University, este otro artículo de ArchDaily.
  • En el marco del German National Garden Show (BUGA) en Heilbronn (Alemania) en 2019, estudiantes del Karlsruher Institut für Technologie (KIT) participaron junto a profesores en la creación del Mehr.WERT.Garten (Added.VALUE.Garden) y del Mehr.WERT.Pavilion. El pabellón y su entorno están compuestos principalmente por materiales reutilizados o reciclados, como el metal reutilizado que compone la estructura o el vidrio con el que está realizada la envolvente.
  • El taller Ephemeral Permanence 1:1, realizado en 2022 en el marco de la quinta International Conference on Structures and Architecture, en Aalborg (Dinamarca), permitió a estudiantes de diferentes universidades experimentar una construcción circular. La reutilización de materiales (columnas metálicas, vigas y paneles de madera, bloques de hormigón, ladrillos, tejas) y el diseño de un pequeño pabellón totalmente desmontable (uso de mordazas metálicas y de cuerdas elásticas para el montaje) fueron parte de este experimento cuyos supervisores también procedían de diferentes universidades (Aalborg University, ETH Zürich y University of Antwerp). He aquí un artículo sobre este tema en ArchDaily.
  • Recordamos también la participación de los alumnos de la ZHAW (Fachhochschule de Zurich en Winterthur, Suiza) en el trabajo de los arquitectos del Baubüro in situ.

Ferme du Rail

La Ferme du Rail, inaugurada en París en 2019, es un equipamiento de barrio en torno a la agricultura urbana. Situado en un terreno de difícil acceso, junto a una vía de ferrocarril en desuso, es un espacio de producción agrícola pero también un lugar de solidaridad, alojamiento, formación, restauración y encuentro. Los dos edificios de la granja agrupan en torno a una huerta central un comedor-restaurante, un almacén y un invernadero, a los que se suman veinte alojamientos destinados a trabajadores en riesgo de exclusión social y estudiantes de ingeniería, arquitectura u horticultura. Esta granja low-tech, con diseño bioclimático, materiales renovables o reutilizados, que mira hacia la permacultura y tiene una finalidad social, nació de la convocatoria de proyectos urbanos innovadores Réinventer Paris, lanzada en 2014.

En el origen del proyecto encontramos la cooperativa de arquitectos Grand Huit, que sitúa su acción en el ámbito de la economía circular pero también social y solidaria, así como la paisajista Mélanie Drevet. Estos habitantes y usuarios del barrio se rodearon de una serie de actores que se iban a convertir en los futuros operadores del lugar, como la empresa de integración Travail et Vie, las asociaciones Atoll 75 y Bail Pour Tous, y también la organización Réhabail que llegara a ser promotora del proyecto. Esto se hace dentro de un contexto particular, ya que el ayuntamiento de París sigue siendo propietario del terreno, cedido en virtud de un contrato de arrendamiento de 50 años. El acceso al suelo, facilitado por los poderes públicos, se completa con un mosaico de financiación pública y privada. Esto permite prever un programa ambicioso tanto desde el punto de vista ecológico como social. La reutilización de los materiales, que responde a estos dos imperativos, es un elemento importante para los diseñadores, para quienes “reutilizar los materiales y trabajar con personas en integración responde a la misma lógica. No volver a tirar y no volver a excluir”¹.

Trabajar con “lo que ya está”, con “lo que queda” se convierte para los miembros de Gran Huit en uno de los aspectos de una nueva forma de trabajar. Para ellos, la reutilización, la “valorización de lo abandonado”, tiene una dimensión práctica pero deriva sobre todo de una postura moral y política: “la reutilización no es ante todo la explotación de nuevos «yacimientos», sino la reivindicación de una atención inédita hacia la materia y las personas”¹. Más allá de los imperativos ambientales, para los arquitectos es una manera de “preservar el acceso al trabajo para todos, significante y no opresivo”¹, ya que elegir una reutilización local también es una forma de reintroducir la función obrera y artesanal en el centro de la ciudad.

Por otro lado, insisten en la dimensión memorial de la reutilización. Porque si entre los frenos a la reutilización, el más importante parece quizás el ideológico, conviene “educar las miradas para percibir la belleza de los abandonados que han vuelto a ser deseables”¹. Devolver su verdadero lugar a los materiales y a quienes trabajan con ellos, y por tanto al proceso. Esto los lleva a recuperar el verdadero valor del tiempo de la obra de construcción. Se trata, de asociar a los futuros usuarios desde muy temprano, abriéndo la entrada a la obra de construcción, iniciando además determinadas actividades en el lugar antes incluso de su desarrollo final. La idea es hacer de la obra de construcción un espacio democrático de creación, con un ambiente favorable a la formación. Varias empresas de integración participaron también el la construcción de la granja, confiándoles 5 lotes de los 16 lotes técnicos. He aquí otro intento para devolverle a la arquitectura su dimensión social, en oposición a una arquitectura-objeto. Además se ha realizado una ACV para dar idea de los beneficios a atribuir al edificio, de muy bajo impacto ambiental (estructura de madera, aislamiento de paja, revestimiento de madera de castaño, uso de materiales renovables y reutilizados). Sin embargo, este análisis no tiene en cuenta el aspecto social del proyecto. Por ello, los arquitectos abogan por nuevos indicadores de riqueza y un enfoque del “coste global” de cada proyecto que integre este aspecto.

He aquí una lista de materiales reutilizados en el proyecto:

  • ventanas de madera provenientes de edificios de viviendas sociales renovados, transformadas en jardineras utilizadas en la cubierta a modo de barandilla (madera arenada y reensamblada en paneles) o en suelo de madera a la testa para la sala común (mismo stock de madera, esta vez trozeado), todo ello realizado por el Atelier R-are;
  • madera contrachapada procedente de la Semana de la Moda y destinada a la fabricación de armarios para los dormitorios;
  • piedras de las calles de Paris provenientes de los almacenes de la ciudad y utilizadas en el jardín (muros de contención de piedra seca, escalones, pavimento);
  • lonas publicitarias provenientes de la Réserve des Arts transformadas en estores por Les Résilientes;
  • Baldosas desparejadas procedentes de excedentes de stock y destinadas a los baños (la identidad específica de cada uno requiere un despiece cada vez diferente).

El descubrimiento de la reutilización y de su adecuación con un enfoque ecológico y social llevó a los arquitectos a desarrollar esta práctica. Así, el proyecto de la Maison des Canaux de París, cuya construcción está en curso y que pretende ser un referente para la economía circular, social y solidaria, tiene la misión de convertirse en un demostrador de la reutilización. Proyecto piloto realizado en el marco del proyecto europeo FCRBE, del que ya os hablamos aquí, ¡tiene como objetivo integrar del 70 al 100% de materiales procedentes de una reutilización local!


¹ Este artículo está inspirado en gran medida en el libro La Ferme du Rail – Pour une ville écologique et solidaire escrito en francés por Clara y Philippe Simay, miembros de la cooperativa Grand Huit, y publicado en 2022 por Actes Sud, en la colección “Domaines du possible”. Las diversas citas están tomadas de él y traducidas al castellano por Adokin.

Más específicamente sobre la reutilización, podemos encontrar una presentación de Clara Simay, realizada en el marco del ICEB Café el 19 de septiembre de 2019, disponible en la página web del ICEB.

Stars of reuse

El premio Pritzker de arquitectura acaba de ser otorgado a Diébédo Francis Kéré (Burkina Faso). Esta elección, parece confirmar la tendencia de un premio que deja un poco de lado el brillo, para centrarse más en un proceso de creación que respeta el medio ambiente y las sociedades. No es coincidencia que muchos ganadores recientes del premio Pritzker, también lo sean del Global Award for Sustainable Design. En el centro de estas preocupaciones, la reutilización gana terreno en muchos proyectos. El enfoque de Diébédo Francis Kéré es colaborativo, reinterpreta los métodos constructivos tradicionales y se interesa por los recursos locales como la tierra o la madera, pero también por los materiales reutilizados. La sencillez constructiva y la elección de los materiales permite, entre otras cosas, una reapropiación de las técnicas por parte de los habitantes, en una lógica de autoconstrucción y contribuye al desarrollo de una verdadera economía local. La educación parece especialmente importante a los ojos del arquitecto que construye muchas escuelas, comenzando por la escuela primaria de Gando (2001, Burkina Faso), su pueblo natal. En un proyecto similar, el de la escuela secundaria Schorge (2016, Burkina Faso), la estructura del techo del edificio así cómo paneles de encofrado proporcionaron el metal y la madera con los que se fabricaron las sillas que usan los estudiantes. Los desechos de la obra se convierten, por lo tanto, en nuevos recursos, ¡locales y económicos!

Otros ganadores del premio Pritzker hacen también uso de la reutilización. El caso más conocido es sin duda el de Wang Shu (China), quien junto a Lu Wenyu dentro de Amateur Architecture Studio, es el autor del Museo de historia de Ningbo (2008, China). En efecto, las fachadas del museo están decoradas aleatoriamente con materiales recuperados durante las demoliciones del casco antiguo. El proceso se repetirá más adelante, destacando la destrucción de toda una parte de la arquitectura tradicional china. Durante la Bienal de Arquitectura de Venecia, en 2006, el arquitecto también montó el Tiled Garden, compuesto por 66000 tejas recuperadas de edificios destruidos en la región de Hangzhou (sobre la obra de Wang Shu, ver dos artículos en Archdaily aquí o aquí). Los arquitectos Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal (Francia), a menudo acompañados por Frédéric Druot, a través de sus proyectos de transformación de edificios de viviendas, nos enseñan que la demolición está lejos de ser siempre la mejor solución. Por su parte, Alejandro Aravena (Chile) de la oficina Elemental, crea conjuntos de viviendas fomentando la autoconstrucción y prácticas vinculadas a la reutilización. Los edificios de diseño abierto (los planos son de libre acceso en la página web de la agencia) son un marco que facilita la apropiación por parte de los habitantes, la transformación y el ensamblaje de diversos materiales. Él mismo puso en práctica la reutilización durante la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2016, donde se recuperaron más de 90t de materiales (lo contábamos aquí). El arquitecto Balkrishna Doshi (India) también contribuye a la construcción de viviendas sociales, pero es su propia oficina llamada Studio Sangath, la que construyó utilizando materiales reutilizados, cómo por ejemplo muchas baldosas de cerámica, provenientes de otras obras (ver un artículo sobre este tema en Archdaily). Por último, Shigeru Ban (Japón) se ha especializado en arquitecturas que se pueden desmontar, transportar y, por tanto, reutilizar. Sus estructuras de madera o cartón se utilizan en campos a veces muy diversos cómo el de la arquitectura de emergencia, con el diseño de refugios temporales (ver un artículo en Archdaily sobre este tema), de una iglesia o de una sala de conciertos, también efímeras. Con el mismo enfoque concibió un edificio de oficinas o un museo nómada. Por otro lado, el arquitecto incorporó los ladrillos recuperados de los escombros del terremoto ocurrido en Nepal en 2015, que a la estructura de madera de nuevas construcciones (ver un artículo en Designboom sobre este tema).

Por supuesto, la práctica de la reutilización no se limita a los ganadores de premios de arquitectura. De hecho, para algunos de ellos, la reutilización es solo un gesto arquitectónico puntual, a diferencia de numerosos arquitectos o constructores más anónimos. Sin embargo, los premios tienen la ventaja de hacer visible y de legitimar un planteamiento que todavía se descarta en gran medida. Otras “estrellas” de la disciplina, no galardonadas del Pitzker, también ayudan a visibilizar esta práctica. Así, son por ejemplo las tejas antiguas provenientes de construcciones locales las que Kengo Kuma (Japón) utilizó tanto en la fachada como en el techo del China Academy of Art’s Folk Art Museum (2015, China). A menor escala, reutilizó in situ, en la fachada del Murai Masanari Art Museum (2003, Japón), los materiales de un antiguo edificio. En Europa, los arquitectos de la oficina Mecanoo (Países Bajos) crearon un mosaico de piedras y ladrillos antiguos para formar la fachada principal del Netherlands Open Air Museum (2000, Países Bajos). Con el mismo espíritu, utilizaron viejas tablestacas procedentes de ataguías y recuperadas en un canal, para crear la fachada del museo Kaap Skil (2011, Países Bajos). De esta manera se pone de relieve, la reutilización tradicional de la madera flotante por parte de los habitantes de la región lo (ver un artículo sobre este tema en la página web Opalis). Los arquitectos de la oficina MVRDV (Países Bajos) también se interesaron por la reutilización al crear el pabellón neerlandés para la Bogotá Book Fair (2016, Colombia). El sistema modular implementado combinaba elementos desmontables y recombinables, que fueron reutilizados como bibliotecas en diferentes áreas de la ciudad. Por último, el proyecto piloto ZEB Pilot House (2014, Noruega) de los arquitectos de Snøhetta (Noruega), es un experimento con vistas a conseguir un edificio “cero emisiones”. La construcción es autosuficiente en energía, y además ¡se compone sobre todo de muchos materiales reutilizados!

RE2020

En el momento en el que esta a punto de lanzarse en Paris un sindicato de agentes de la reutilización de los materiales de construcción, el contexto francés, y el contexto legislativo en particular, es cada vez más favorable a la reutilización. Ya os hemos hablado de la Licencia para hacer (Permis de faire) y sus derivadas así como de la “regla de objetivos y de resultados a alcanzar”, o más recientemente del diagnóstico PEMD. Ahora otro dispositivo parece también muy favorable la reutilización. Se trata de la Réglementation Environnementale 2020 (Regulación ambiental 2020) llamada también RE2020.

Previsto por la ley ELAN (2018) con el fin de limitar el impacto energético y ambiental de los nuevos edificios, la RE2020 sustituye a la antigua regulación térmica RT2012, cuyo objetivo era mejorar el rendimiento energético de los edificios y reducir el consumo, particularmente a través del aislamiento. Los objetivos de sobriedad energética y de descarbonización de la energía siguen presentes con la RE2020, sumando objetivos de adaptabilidad de los edificios en caso de calor intenso, y también la voluntad de reducir el impacto ambiental de las construcciones fijando limites que pueden evolucionar en el tiempo. Este último punto es el que implica a la reutilización de los materiales. En efecto, introduce una nueva metodología basada en un análisis de ciclo de vida (ACV) que contempla todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de un edificio a lo largo de su vida, desde la construcción hasta la demolición. En el caso de los edificios nuevos, estas dos fases (construcción y demolición) representan por sí solas entre el 60% y el 90% de las emisiones previstas en un periodo de 50 años. Considerar las emisiones de un edificio desde su construcción permite tener un impacto sobre las soluciones constructivas y, por lo tanto, apostar por las opciones de bajas emisiones, incluida la reutilización. Además, la elección de un ACV llamado dinámico (y no estático) asigna un mayor peso a los GEI emitidos al inicio del ciclo de vida.

Varios textos legales especifican las exigencias de la RE2020 y reorganizan el CCH francés (Code de la construction et de l’habitation), equivalente al Código Técnico de la Edificación español. Un decreto (arrêté du 4 août 2021) detalla por su parte el método de cálculo del impacto ambiental de los edificios e integra una norma especifica ligada a la utilización de componentes provenientes de la reutilización considerando que estos no tienen impacto. Por lo tanto, los valores de los impactos para todos los módulos del ciclo de vida son equivalente a cero. Si bien la consideración del impacto ambiental de los edificios desde su construcción ya parecía favorable a la reutilización, ¡considerar que los materiales resultantes de la reutilización no emiten GEI adicional solo refuerza su atractivo!

La RE2020 pasó a ser obligatoria a partir del 1 de enero 2022 para las nuevas viviendas individuales y colectivas, y lo será a partir del 1 de julio 2022 para la construcción de oficinas y de edificios de educación primaria y secundaria. Los edificios terciarios más específicos estarán sujetos a esta obligación posteriormente.


Para obtener más información sobre la RE2020, ver la pagina web que le dedica el Ministère de la Transition Écologique francés (Ministerio de Transición Ecológica).