#DEF – upcycling

Opuesto al término inglés downcycling, upcycling se suele traducir al español por suprarreciclaje (o supraciclaje, superciclaje, sobrecilaje y también reutilización creativa). El término se refiere a la fabricación, a partir de objetos o materiales recuperados, de productos de mayor calidad, valor o utilidad que los objetos o materiales de origen. Si bien la calidad, el valor o la utilidad son a veces nociones subjetivas, la naturaleza de los objetos o materiales suprarreciclados puede también generar dudas. Tanto en español como en inglés, el término utilizado así como su definición, parecen acercar la práctica a una forma de reciclaje. Sin embargo, es frecuente su uso en el campo de la reutilización, cuando se desvía el uso o la función de un elemento (una puerta convirtiéndose en mesa, por ejemplo). Esta utilización a veces imprecisa, refuerza por lo tanto la confusión que puede haber entre reciclar y reutilizar (y que ya hemos distinguido aquí). En el caso de la reutilización, preferiremos por lo tanto, hablar de desvío de uso o de función, reservando el término suprarreciclaje al ámbito exclusivo del reciclaje.


Sobre los términos downcycling y upcycling, ver este artículo de Residuos Profesional.

#DEF – downcycling

El término inglés downcycling, se traduce al español por infrarreciclaje (o infraciclaje). Se refiere a una forma de reciclaje que conduce a la fabricación de productos de menor calidad, valor o utilidad que los objetos o materiales originales. El ejemplo de la recuperación del hormigón es especialmente llamativo en este sentido. De hecho, la mayor parte del hormigón resultante de la deconstrucción se tritura para ser utilizado como relleno en la construcción de carreteras (sobre este tema, ver un artículo de la Fundación Bellona, una ONG medioambiental internacional). En este caso, la pérdida de valor del material es evidente.

Como hemos visto, la elección del reciclaje frente a la reutilización suele ir acompañada de un aporte de materias primas así como de un gasto de energía más importante. Pero el infrarreciclaje, que en demasiadas ocasiones se esconde tras el término reciclaje, añade a todo esto la obtención de un producto inferior. ¡Un argumento más a favor de la reutilización! Sin embargo, existe lo contrario del infrarreciclaje. Se trata del suprarreciclaje o upcycling, que en muchas ocasiones, da un lugar privilegiado a la valorización de residuos. Sobre los términos downcycling y upcycling, ver este artículo de Residuos Profesional.

#DEF – urban mining

El término urban mining se utiliza para designar el proceso de recuperación de materias primas provenientes de desechos. Principalmente se refiere a la extracción de metales presentes en los residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), pero puede ser utilizado en otros sectores, como es el caso del sector de la construcción. Aunque esté mayormente asociado al reciclaje, puede también aplicarse a la reutilización. En este caso, ya no sería una busqueda de la materia prima y el urban mining se convierte en un proceso de identificación y más tarde de recuperación de elementos a reutilizar, provenientes del espacio construido y principalmente de los edificios de nuestras ciudades. El concepto reagrupa las intervenciones de inventario, de deconstrucción o de almacenaje.

Siendo una noción importante dentro del concepto de la economía circular, el urban mining permite reducir el consumo de materias primas limitando las emisiones ligadas a su extracción, así como la cantidad de residuos que producimos. Asimismo, pone en evidencia el papel que juegan las ciudades como fuente de materiales de reutilización de proximidad (circuito corto).

En una lógica de analogía minera, se utiliza el término yacimiento para designar los elementos potencialmente reutilizables, identificados por ciertas características propias y reagrupadas en uno o varios lugares. Siguiendo una lógica ligeramente diferente, se habla también de un banco de materiales. En este caso, los materiales no son percibidos como elementos a recuperar y valorizar, sino como parte de un proceso de construcción que integra la reutilización, caracterizándolos e identificándolos claramente desde la concepción. Eso ocurre, por ejemplo, cuando el sistema constructivo de los edificios integra una futura deconstrucción.

«Sand Wars»

Además del coste energético y ecológico descomunal que supone la extracción de las materias primas que se utilizan para la elaboración de materiales de construcción, el extractivismo tiene que hacer frente al fenómeno de la escasez. El documental de Denis Delestrac «Guerra por la arena» / «Sand Wars» de 2013 hace hincapié en la escasez de este recurso natural tan utilizado por el sector de la construcción y que afecta al 75% de las playas del mundo.

La película está disponible en Vimeo.

Material Footprint

Domestic extraction of Spain in 2019, by material group – www.materialflows.net

La página Materialflows da una idea del consumo de materias primas (RMC – Raw Material Consumption) por sector de actividad y por país . En 2013, el sector de la construcción en España representaba el 24% del consumo de materias primas del país. En Francia, el sector suponía un 15% y un 18% en Bélgica.

Como ejemplo, la extracción de granulados o agregados (arena, gravilla, grava) en el periodo entre 1970 y 2017, ha aumentado de 409% en el mundo hasta llegar a los 28 562 274 kt extraídos. El porcentaje asumido por Europa es del 11% de esta cantidad.

Otro dato interesante de esta página, en 2015, se extrajeron en el mundo alrededor de 84,4 Gt de materias primas. ¡Aunque sólo 8,4 Gt, 10% del total, fueron reciclados y reincorporados en el mercado!