More bricks

Os hablábamos hace poco de la reutilización de ladrillos macizos de barro cocido. Aunque la primera opción es la de recuperar los ladrillos individualmente, librarlos de los restos de mortero para poder usarlos de nuevo en mampostería tradicional, no es siempre posible. Cuando la calidad de los materiales o la excesiva resistencia de los aglomerantes empleados no permiten la reutilización ladrillo a ladrillo, es necesario imaginar otras formas de trabajar y desarrollar técnicas innovadoras de reutilización. Si bien reutilizar ladrillo a ladrillo sigue siendo la forma más común de integrar estos elementos en nuevos proyectos, aquí abordaremos otras dos formas de hacerlo.

A partir de la década de los 70, aparecieron nuevos morteros a base de cemento o cola más resistentes y adherentes, que complicaban la recuperación y limpieza de los ladrillos. Para remediar este problema, una empresa danesa, el Lendager Group, imaginó una alternativa implementada en el proyecto de edificación residencial Resource Rows (2020) en Copenhague (Dinamarca). De esta manera, la fachada del edificio está cubierta con módulos prefabricados formados por paneles de ladrillos de diferentes tipos, orígenes, aparejos y colores, recortados de viejos muros destinados a la demolición. Estos trozos de pared obtenidos por corte, se ensamblan a modo de patchwork para luego ser utilizados como revestimiento. Cabe señalar que la reflexión de Lendager Group sobre la reutilización no se detiene en el uso exclusivo del ladrillo, ya que en este proyecto también se reutilizan madera, así como una viga de hormigón. El grupo también sigue interesándose por la reutilización a través de otros proyectos, siendo, por ejemplo, quienes montaron la exposición Wasteland, de la que os hablamos aquí.

Una tercera forma de reutilizar ladrillos es integrar aleatoriamente sus cascotes, más o menos grandes, en las paredes y tabiques de las nuevas construcciones, a menudo formadas por módulos prefabricados de hormigón. Aunque el ladrillo ya no está entero ni empleado de manera tradicional, seguimos vinculándolo a su historia. Para referirse al lado aleatorio de la ejecución, a veces se usa el término de opus incertum. Sin embargo, para dar una mejor idea de la técnica utilizada y aunque sea difícil nombrarla con precisión, preferiremos hablar de hormigón ciclópeo. Más allá de que da solución a las dificultades ligadas al uso de cementos más resistentes, esta técnica permite reutilizar otros tipos de ladrillos, como por ejemplo los huecos, que son difíciles de reutilizar enteros. El hormigón ciclópeo integrando trozos de ladrillos procedentes de demoliciones está presente en muchos proyectos paraguayos (de los que os hablamos aquí y aquí) y entre los que podemos mencionar varios proyectos del Gabinete de arquitectura (Centro de Rehabilitación Infantil de la Teletón, Quincho Tia Coral, Fundación TEXO, banco BASA) así como el proyecto Fuelle Roga (OMCM Escritorio de Arquitectura y Urbanismo) de donde proviene la foto de arriba, la Casa Ana (Mínimo Común Arquitectura) y la Casa Ilona (Grupo Culata Jovái), pero también el Pabellón de Composta (Gabinete de arquitectura), construido en México, o la Casa Angatuba (messina | rivas), construida en Brasil. También en Brasil, nótese la Residência Rua Pombal (São Paulo Criação). Vea un artículo Archdaily sobre este último proyecto. En Bélgica, es el Atelier d’Architecture Alain Richard quien está experimentando con la prefabricación de módulos de hormigón con agregados de ladrillos de terracota. Estos se utilizaron principalmente para formar el muro perimetral de un edificio de oficinas y talleres.

Todavía a mitad de camino entre la reutilización y el reciclaje, existe también una técnica histórica que utilizaba fragmentos de menor escala en lo que suele denominarse opus signinum o cocciopesto, un mortero con propiedades impermeables, dispuesto en varias capas, resultante de una mezcla de agua, cal y ladrillos o tejas de arcilla triturados, y que podría asimilarse a nuestro terrazo moderno (ver una publicación sobre este tema de Véronique Vassal en el Journal of Mosaic Research). Aunque los especialistas no siempre están de acuerdo en los términos exactos para designar tales materiales, simplemente notemos que existen aplicaciones modernas que integran restos de ladrillos de terracota (ver un artículo en francés sobre el tema en la página web Bobi réemploi). Asimismo, los franceses del Atelier NA, realizaron talleres para crear hormigón a partir de escombros reutilizados. Los franceses de Ciguë, también investigan en esta dirección, pero sobre un hormigón de yeso que prescinde del cemento e incorpora escombros reutilizados. Su trabajo dio como resultado una exposición en el Pavillon de l’Arsenal este año, así como un estudio disponible aquí. La diseñadora e investigadora Anna Saint Pierre también está experimentando con la integración de diversos residuos de demoliciones y, incluso, creando terrazo (ver un artículo de la revista Metropolis sobre este tema). Los alemanes de TFOB (They Feed Of Buildings) trabajan a su vez en este sentido a través de su proyecto Urban Terrazzo y los ingleses de Apt han colaborado con Huguet, una fábrica con sede en Mallorca, para integrar ladrillos rotos en un terrazo. Recordamos además, los experimentos de Assemble y del Granby Workshop que incorporaron estos desechos en sus objetos moldeados. Una vez más resulta difícil nombrar con precisión los materiales obtenidos, granito, terrazo, mortero u hormigón, porque las materias utilizadas, su granulometría así como las técnicas implementadas suelen ser diferentes. Lo importante sigue siendo imaginar nuevas soluciones al problema de los residuos de la construcción, y del ladrillo en particular, en lo que a este artículo se refiere.

Bricks

Adreiluak. Ladrillos. Briques. Bricks. El ladrillo es sin duda uno de los materiales de construcción más comunes. Aunque sigue siendo minoritaria, la reutilización de los ladrillos macizos de barro arcilloso cocido, gana visibilidad en algunos países. Ya hemos comentado en este blog varios proyectos que van en esta dirección, pero son muchos más. ¡He aquí un panorama no exhaustivo de algunos agentes de la reutilización de ladrillos macizos de terracota!

En primer lugar, una vez identificado un stock y para reutilizarlo ladrillo a ladrillo, es necesario limpiar manual o mecánicamente los restos de mortero. Ya os hemos hablado del sistema mecánico automatizado de la empresa danesa Gamle Mursten, y después desarrollado dentro del proyecto europeo REBRICK. Además de este avance técnico, el proveedor de ladrillos reutilizados, que ya cuenta con una declaración ambiental para sus productos, también ha puesto en marcha un procedimiento para obtener el marcado CE para determinados tipos de ladrillos habituales en el mercado danés. Este marcado, así como las características bien establecidas de aquellos ladrillos, podrían ser una manera de facilitar su integración en proyectos actuales.

Los ladrillos suministrados por la empresa Gamle Mursten se incorporan, por ejemplo, a las paredes de una villa diseñada por Wienberg Architects. En una escala mayor, 400 000 ladrillos provenientes sobre todo de un antiguo hospital, y limpiados por la misma empresa, se utilizaron en la Escuela Frederiksbjerg en Aarhus, Dinamarca (Henning Larsen Architects). Los arquitectos repiten el proceso en varios proyectos residenciales, incluidos Jacobsen Hus y Havnebryggen en Copenhague. En estos proyectos, la importancia de los proveedores es primordial. Así, en el momento de escribir estas líneas, la página web Opalis identifica en Francia, Bélgica y Holanda más de 70 proveedores especializados en ladrillos reutilizados y la página web de Salvo reproduce más de 300 anuncios en el Reino Unido de lotes de ladrillos de segunda mano, principalmente de terracota. Algunos de estos proveedores también proponen placas caravista hechas con ladrillos reutilizados cortados longitudinalmente. Sin embargo, solo presentaremos aquí casos de reutilización de ladrillos enteros.

La página web Opalis también reúne ejemplos de proyectos realizados en Bélgica, utilizando ladrillos reutilizados, la mayoría de las veces como revestimiento. Entre estos, además de varios proyectos de transformación y de rehabilitación, mencionemos la casa Vignette en Auderghem (Karbon’ architecture & urbanisme), con sus 3000 ladrillos reutilizados y su fachada con celosía de ladrillos, el ayuntamiento de Lo-Reninge (noAarchitecten) y sus 205 m² de ladrillos reutilizados, así como una casa-taller en Mariakerke (Raamwerk y Van Gelder Tilleman architecten). Ya os hemos hablado aquí de otros de estos proyectos como el Chiro de Itterbeek (Rotor), el Museo de Folklore de Mouscron (V+ y Simon Boudvin) así como la casa dnA (BLAF architecten) donde los ladrillos son reutilizados en muros de carga (y de donde proviene la foto de arriba). Podríamos añadir otros proyectos, que se pueden encontrar en francés en una publicación de la Federación Belga del Ladrillo, como el proyecto de vivienda Vandergoten en Laeken (R²D² Architecture) y sus más de 2000 m² de ladrillos reutilizados in situ tras el derribo de un antiguo almacén.

Otros países europeos también destacan en la reutilización de ladrillos. Así, en Reino Unido, hablamos de los proyectos londinenses de la Step House (Bureau de Change) y de la Love Walk House (Vine Architecture Studio), y su reutilización de ladrillos in situ para construir las ampliaciones de estos dos edificios. Además de la utilización de ladrillos de segunda mano en el proyecto The Parchment Works (Will Gamble Architects) en Gretton, o la ampliación londinense del Lexi Cinema (RISE Design Studio). En Alemania (Ravensburg), el Kunstmuseum Ravensburg (Lederer Ragnarsdóttir Oei) realiza una reutilización particularmente interesante de ladrillos provenientes de un antiguo monasterio, en la fachada y en las bóvedas que forman el techo del museo (ver sobre este tema un artículo en la revista Arquitectura Viva). En Polonia (Poznań), se reutilizan los ladrillos de un antiguo granero en la fachada de una villa de Wrzeszcz Architekci (ver un artículo sobre este tema en Archdaily).

Siendo estos algunos de los ejemplos de proyectos europeos, en países donde los stocks de ladrillos macizos de barro cocido son relativamente grandes, les hablamos también (aquí y aquí) de muchos ejemplos de reutilización de ladrillos en Paraguay, otro país para el cual es un material tradicional. Podríamos mencionar el proyecto Yvapovo (Laboratorio de Arquitectura), la Casa Esmeraldina o el Centro de Rehabilitación Infantil de la Teletón (Gabinete de arquitectura), la Casa Ana (Mínimo Común Arquitectura), la Casa Ilona y la Vivienda Wf (Grupo Culata Jovái), el proyecto Cerro Corá 2373 (Grupo Culata Jovái y Arquitectava) o la Casa/Taller Las Mercedes (Lukas Fúster). Sumamos a estos proyectos el de la Capela Ingá-mirim (messina | rivas) construida en Brasil.


Más información sobre los ladrillos reutilizados ha sido publicada por Rotor dentro del proyecto europeo FCRBE. La ficha sobre estos materiales se puede descargar aquí. Otras informaciones complementarias en la propia página web Opalis. Se puede ver también una publicación sobre el final de la vida útil de los ladrillos publicada en el Reino Unido por The Brick Development Association y disponible aquí. Así como la publicación de la Federación Belga del Ladrillo.

Reuse made in Paraguay – 2

El camino trazado por los arquitectos del Gabinete de arquitectura, del Laboratorio de Arquitectura y otros (del que os hablamos aquí), lo seguirán posteriormente muchos jóvenes arquitectos. A través de sus variados proyectos, principalmente de rehabilitación de casas urbanas de tipo chorizo (alargadas), dentro o cerca de la ciudad de Asunción, continúan haciendo de los materiales económicos y de las técnicas artesanales, así como de la reutilización, los puntos centrales de una arquitectura innovadora de baja tecnología. El proyecto con la reutilización de tierra excavada realizada por José Cubilla, inspiró por ejemplo a los miembros del Equipo de Arquitectura, que para su oficina, la Caja de Tierra (2017), utilizaron esta misma técnica de la tierra apisonada o tapial. Además, reutilizaron vidrio, así como la madera de encofrado de la losa de cubierta, reutilizada in situ para la fabricación de puertas y muebles.

Las piedras recuperadas durante la excavación en el solar de la Peak House (2019), impulsaron a la oficina OMCM (Escritorio de Arquitectura y Urbanismo) a revisar su proyecto, para utilizarlas como materia prima. Estas piedras se incorporaron, por ejemplo, al hormigón ciclópeo del que están hechos los muros exteriores de la casa. Los mismos arquitectos, en el proyecto de la Reforma Alas (2021), reutilizaron la madera que soportaba un antiguo falso techo para transformarla en una pérgola. Sobre todo, reutilizaron gran cantidad de residuos procedentes de demoliciones para integrarlos en los muros de una nueva construcción, Fuelle Roga (2017). Esta rehabilitación de una casa antigua, requería el derribo de buena parte de lo existente, pero los escombros cerámicos obtenidos transformaron el proyecto. Al utilizar de manera más estética técnicas constructivas ya experimentadas por otros, de ensamblaje de módulos prefabricados de hormigón ciclópeo, harían de estos desechos una nueva riqueza y al mismo tiempo “gastar más en mano de obra pero evitar comprar materia prima”.

Mínimo Común Arquitectura hizo de otra rehabilitación, la de la Casa Ana (2016), una nueva demostración de esta técnica, con un estilo más bruto. Los arquitectos reutilizaron ladrillos y cascotes cerámicos para crear nuevas paredes y rediseñar los espacios interiores de la casa. Muros tradicionales de ladrillo y módulos prefabricados a partir de escombros se construyen “de forma tal que sean vestigios de lo que existía y permitan generar un nuevo diálogo entre lo nuevo y lo viejo”.

La Casa Ilona (2013) de los arquitectos del Grupo Culata Jovái es otro ejemplo de reutilización de ladrillos y, en menor medida, de cascotes: “un muro, una cantera, materia a disposición”. Los ladrillos recuperados de la demolición forman una fachada no portante donde se mezclan módulos prefabricados y muros más tradicionales, separados por una losa de hormigón ciclópeo a base de escombros cerámicos, que la hacen más ligera. A la reutilización de ladrillos, hay que sumarle la de puertas y ventanas o la de madera procedente de derribos. Si bien la integración de cascotes en las paredes de las nuevas construcciones y las innovaciones estructurales se han convertido en un clásico de esta nueva arquitectura, en muchos otros proyectos se lleva a cabo una reutilización más tradicional de ladrillos u de otros materiales. Es el caso del Estudio Ciudad Nueva (2017) de los mismos arquitectos, donde se reutilizan materiales procedentes de derribos o el de la Vivienda Wf (2012) donde se reutilizan los ladrillos y la antigua estructura de madera, transformada en un entrepiso. Los arquitectos del Grupo Culata Jovái, asociados a los miembros de Arquitectava, llevaron a cabo otra rehabilitación, Cerro Corá 2373 (2017) donde se vuelve a combinar la conservación de lo existente y la reutilización de materiales. Además de la reutilización in situ de ladrillos, se reutilizan tejas para crear un pequeño jardín vertical en fachada, elementos estructurales convertidos en dinteles y antiguas puertas transformadas en mesas de trabajo. Arquitectava reutilizo por su parte en la Casa Ñasaindy (2019), los residuos resultantes del corte de las piedras que forman parte de un gran muro de carga de basalto (ver un artículo Archdaily sobre este tema). Si bien estos residuos se reutilizaron en pavimentación, los discos de corte utilizados se integraron en la puerta de entrada de la casa.

La Casa/Taller Las Mercedes (2012) del arquitecto Lukas Fúster resume la lógica de la reutilización de estos proyectos anteriores. Se trataba, en efecto, de una intervención que “debía realizarse con un presupuesto mínimo lo cual implicaba recuperar materiales, reutilizar todo lo existente, e introducir materiales de descarte reciclados”. De esta manera, durante la rehabilitación del antiguo edificio, se recuperaron ladrillos, tejas, baldosas cerámicas y parte de la antigua estructura de entramado, y también puertas y ventanas para ser reutilizados in situ. Un nuevo entramado fue construido con madera de lapacho reutilizada y las ventanas fueron hechas con retales de vidrio. La madera reutilizada in situ se utilizó, en parte, para la creación de una columna de carga hecha de una pila de tacos comprimidos. Los ladrillos se reutilizaron en mampostería no portante y su cara dañada por el proceso de deconstrucción-reconstrucción, se oriento hacia el exterior, siguiendo una lógica ya vista en otros proyectos, que permite una animación gráfica de las fachadas. En otro proyecto, el de la Plaza de nuestros sueños (2014), Lukas Fúster acompañó una iniciativa liderada por el Centro de Desarrollo Comunitario Remansito, una plaza creada por y para los niños. El proceso participativo contempló la creación de juegos y mobiliario hechos, otra vez, a partir de materiales reutilizados y donados, como viejos neumáticos o cascotes cerámicos utilizados para el pavimento.

A través de todos estos proyectos, más o menos lujosos, el aspecto social sigue siendo un factor importante. La oficina OCA, en particular, es un buen ejemplo de este enfoque, ya que ha contribuido a la construcción de varios Centros de Desarrollo Comunitario, Paz del Chaco (2014), Cerro Cora (2015) o Capiatá (2016). La reutilización, además, sigue siendo una vía para lograr estos objetivos, como es el caso de la Vivienda Lui (2016), donde los pocos medios disponibles influyeron tanto en la elección de materiales asequibles (madera de palets) como de soluciones constructivas (doble cubierta ventilada, para solucionar el problema del aislamiento térmico en el techo). Una vez más, la innovación constructiva y los materiales asequibles y reutilizados, van de la mano en el desarrollo de proyectos coherentes.

A esta lista de arquitectos y proyectos en Paraguay, podríamos sumarle la oficina brasileña de arquitectura messina | rivas, cuyos fundadores trabajaron en el Gabinete de Arquitectura. Acompañados de Guadalupe Sappia, son los autores de la Capela Ingá-mirim (2020, São Paulo, Brasil), una nueva capilla al aire libre constituida con materiales locales reutilizados. Tres grandes muros hechos con más de 6000 piedras de un antiguo camino pavimentado, definen el espacio de la capilla donde también se reutilizaron ladrillos de una antigua construcción. En el proyecto de rehabilitación de la Casa Angatuba (2018, São Paulo, Brasil), retoman la idea de reutilizar ladrillos procedentes de derribos y incorporarlos a un hormigón ciclópeo, ¡un gran clásico de esta arquitectura low-tech tan innovadora!

Reuse made in Paraguay – 1

Paraguay lleva algún tiempo siendo el centro de atención por su arquitectura innovadora, aunque en contraposición a las soluciones de alta tecnología a las que estamos acostumbrados en Europa. Los cambios ambientales y sociales que se avecinan, y el deseo, más actual que nunca, de un futuro democrático, deben alentarnos a inspirarnos en estos ejemplos, ya que empezamos a darnos cuenta de que las limitaciones que les dan forma, también son las nuestras. Las innovaciones estructurales de baja tecnología que utilizan materiales naturales y locales, y la reutilización, benefician así proyectos sostenibles y democráticos en un país con una cultura aún fuertemente rural, y que sigue siendo el tercer país más pobre de América del Sur. La idea es ser inventivos con lo que tenemos a mano. La reutilización se convierte naturalmente en una de las herramientas de esta arquitectura. Lejos de ser una figura aislada, el Gabinete de arquitectura liderado entre otros por Solano Benítez y Gloria Cabral, es uno de sus representantes más conocidos. Su trabajo mezclando ladrillos y hormigón fue exhibido en la Fundación Cartier y premiado en la Bienal de Venecia en 2016 (ver un artículo Archdaily sobre este tema). Sin embargo, es en su país donde se han llevado a cabo los proyectos más significativos.

Ya durante la construcción de su oficina, por un precio ocho veces inferior al precio habitual, los arquitectos del Gabinete de arquitectura tuvieron que demostrar su inventiva utilizando materiales baratos o reutilizados, como por ejemplo, hormigón y ladrillos artesanales (ver sobre este tema un artículo Archdaily). Pero al igual que en el trabajo del arquitecto uruguayo Eladio Dieste (ver un artículo Archdaily sobre la Iglesia Cristo Obrero de este último), el uso de dichos materiales no debe ser un obstáculo para la experimentación arquitectónica y estructural. Así fue durante la construcción de la fachada con pliegues de la Casa Esmeraldina (2002), realizada con paneles prefabricados y cuyo aparejo de ladrillos reutilizados (haciéndose visible la habitual cara de colocación) permite maximizar la superficie obtenida, reducir el número de ladrillos necesarios y, por lo tanto, los costes asociados. Con el mismo aparejo, el Gabinete de arquitectura desarrolló otro sistema de módulos prefabricados, esta vez ensamblados por triangulación. Se utilizo para la construcción del gran arco enrejado que marca la entrada al Centro de Rehabilitación Infantil de la Teletón (2010, ver sobre este tema un artículo Archdaily). El edificio principal del centro donde también se reutilizaron puertas de vidrio y baldosas cerámicas, retoma además la idea de la fachada con pliegues.

Si bien en este proyecto se reutilizan los ladrillos, uno de los arcos interiores está hecho de hormigón ciclópeo compuesto de restos cerámicos provenientes de derribos, cascotes. La reutilización de ladrillos o de cascotes integrados en paneles prefabricados de hormigón ciclópeo, ensamblados por triangulación o por pliegues sucesivos, se convirtió así en una seña de identidad del Gabinete de arquitectura. Asimismo, estas innovaciones se hallan en el proyecto Quincho Tia Coral (2016, ver sobre este tema un artículo Archdaily) cuya pérgola es de vidrio reutilizado, pero sobre todo, de módulos triangulares de hormigón ciclópeo hecho con cascotes cerámicos. La misma lógica se utilizo, en otra escala, en el proyecto de extensión de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte (FADA) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), donde la fachada entera se hizo con un sistema enrejado. En muchos otros proyectos se utilizaron paneles prefabricados de hormigón ciclópeo hecho con cascotes cerámicos, desde la Fundación TEXO (2017) al banco BASA (2018), y más tarde, en forma de losas colocadas en el suelo o suspendidas mediante cables, para cerrar el espacio del Pabellón de Composta de la Casa Wabi, en México (2020, ver sobre este tema un artículo en la página web Dezeen o en la de la revista Arquine).

Otras figuras del panorama arquitectónico paraguayo toman la misma dirección que los miembros del Gabinete de arquitectura. Así, Javier Corvalán y su Laboratorio de Arquitectura hacen de la reutilización de los materiales y de la innovación arquitectónica un camino para reducir los costes de construcción. El techo es uno de los elementos más caros de sus proyectos, lo que llama especialmente la atención del arquitecto. Así, en la Casa Hamaca (2010), la cubierta es de chapa metálica ondulada y de tableros de madera aglomerada procedentes principalmente de excedentes de otras obras. Este techo, suspendido entre dos muros inclinados de ladrillo, está lastrado con piedras encontradas en el lugar y que le dan su forma curvada de hamaca. En la Casa Umbráculo (2007), la rehabilitación de una antigua construcción se realizo añadiéndole una cubierta abovedada hecha con madera de palet. De la misma manera, el proyecto Yvapovo (2016), un pabellón de ladrillo cubierto con una pérgola de madera, también abovedada, está realizado con materiales (madera y ladrillo) procedentes de derribos.

Otra forma de trabajar es utilizar la tierra excavada como materia prima. Es lo que hace por ejemplo José Cubilla en la Vivienda Takuru (2016), donde el 85% del volumen de la construcción se extrae in situ (ver un artículo Archdaily). Es una gran fosa que sirve como depósito de agua la que proporciona la tierra cruda utilizada en la construcción. Esta vez el arquitecto utiliza piedra en la Vivienda Pleasure Point (2005), una casa parcialmente enterrada (ver un artículo de la plataforma The Society Paraguay). En un caso como en el otro, la elección de materiales naturales lleva a las construcciones en gran adecuación a su entorno. Una parece una roca puesta al descubierto y la otra, una escultura hecha de la tierra que la rodea. La piedra utilizada en la Vivienda Ara Pytu (2016, ver un artículo Archdaily) no se extrae in situ, pero todavía se trata de piedra reutilizada.

Estos ejemplos de reutilización, lejos de ser aislados, reflejan los valores que impulsan gran parte del panorama arquitectónico en Paraguay. El uso de materiales locales, baratos y reutilizados, así como la elección de determinadas prácticas de construcción, eran sobre todo maneras de reducir los costes de construcción, y además se hacían eco de preocupaciones sociales, culturales y medioambientales. Estos diferentes proyectos parecen desprender una estética común, aunque hablar de estilo sería limitar esta arquitectura a un enfoque puramente formal. Es ante todo un movimiento que defiende ideas e ideales. Estos iban a inspirar a toda una generación de jóvenes arquitectos, varios de ellos pasados por el Taller E de la FADA de la UNA. Las construcciones nuevas o renovadas, más o menos lujosas, de estos jóvenes arquitectos tienen en común esta visión de una arquitectura inventiva hecha de materiales de bajo coste y con técnicas artesanales.


Un artículo de 2020 de The New York Times ofrece un interesante panorama de la arquitectura contemporánea en Paraguay. Véase también un artículo de The Architectural Review escrito en 2018 en el contexto de la entrega a Gloria Cabral del Women in Architecture Moira Gemmill Prize. En el marco de la entrega del Global Award for Sustainable Architecture 2021, se publicaron videos de conferencias impartidas por Solano Benítez así como por José Cubilla.

Baksteen

La construcción con ladrillos reutilizados parece estar ganando terreno en países en los que el ladrillo es uno de los principales materiales de construcción. En la actualidad, sin embargo, este material se utiliza principalmente como revestimiento y los ladrillos reutilizados siguen la misma regla. La ausencia de la función estructural puede facilitar la integración de ladrillos viejos en un nuevo proyecto. Además, algunos de ellos tienen cualidades superiores a las de los ladrillos nuevos. Así fue puesto de manifiesto por el estudio de arquitectura BLAF architecten durante las pruebas realizadas para la construcción de viviendas unifamiliares en Bélgica. Este país, y en Flandes en particular, es uno de esos lugares donde el baksteen (ladrillo en neerlandés) está tradicionalmente muy presente. No es sorprendente, pues, que haya muchos proveedores de ladrillos de segunda mano. Los arquitectos de BLAF, experimentados en renovación y acostumbrados a trabajar con este material, a través del proyecto de investigación Brick Wall City, eligieron el ladrillo reutilizado, y además presevaron su función estructural original. ¡El muro de mampostería será por lo tanto de carga!

Este notable enfoque de reutilización de ladrillos, se puso en práctica durante la construcción de la casa dnA, en Asse. La idea era combinar los nuevos estándares en cuanto a aislamiento, con la sencillez constructiva de las casas tradicionales y la adaptabilidad que estas pueden ofrecer. Por tanto en la casa dnA encontramos muros de carga de ladrillo y una estructura de madera más ligera, que funcionan de forma independiente entre sí. Las paredes de ladrillo sostienen el techo y, aunque proporcionan una cierta inercia térmica al edificio, es la estructura de entramado de madera secundaria la que forma los niveles interiores y permite el aislamiento continuo. Este sistema constructivo híbrido, la caja dentro de una caja, trata cada material por separado, por capas sucesivas, permitiendo así alargar la vida útil de una construcción que puede ser rehabilitada por completo desde el interior, sin que se vea afectada la apariencia exterior. Desde el punto de vista estructural, los numerosos ángulos rectos así como las vigas de cintura de hormigón refuerzan la estabilidad de una envolvente exterior formada por 50 m3 de ladrillos reutilizados. Esta elección, más allá del aspecto estético y ambiental, ha demostrado ser además económica.

En el proyecto de la casa gjG, en Gentbrugge, los arquitectos dieron continuidad a sus experimentos en torno a los muros de carga con ladrillos reutilizados. Esta vez ya no son los ángulos rectos los que refuerzan la estabilidad de la pared de ladrillo, sino curvas que están en diálogo con el entorno arbolado de la casa. Siguiendo con otra variación, en este caso es la cara interior del muro de ladrillo la que se convierte en soporte de la cubierta, mientras que los ladrillos exteriores sirven de revestimiento. Entre estas dos caras se coloca el aislamiento. Esta adaptación de la mampostería de ladrillo, del habitual muro hueco relleno de aislamiento, es una nueva forma de devolver al ladrillo el lugar que había perdido. Una estructura de madera y acero, independiente de la envolvente, forma los niveles interiores.

Además de estos proyectos, los arquitectos de BLAF también contribuyen al diseño de nuevos modelos de ladrillos aptos para la construcción de muros macizos, en oposición a los productos más livianos que simulan ladrillos de mampostería. Reutilizar los ladrillos que nos dejaron nuestros antecesores, no debe hacernos olvidar, que es necesario preparar el terreno para futuros agentes de la reutilización. Esto implica utilizar materiales, que deben ser de alta calidad, duraderos y resistentes, y también sistemas constructivos que permitan una eventual deconstrucción y aseguren la adaptabilidad del edificio durante el mayor tiempo posible. Los arquitectos de BLAF juegan en ambos bandos, en el de los materiales, reutilizando y trabajando en el desarrollo de nuevos tipos de ladrillos, como en el de los sistemas constructivos, favoreciendo el uso de capas superpuestas con sistemas estructurales disociados.


Más información sobre la casa dnA está disponible en Opalis. La Federación Belga del Ladrillo (Fédération Belge de la Brique) publica en francés una revista trimestral, cuyo número de septiembre de 2021, Briques de réemploi, esta dedicado, entre otras cosas, a los dos proyectos de BLAF architecten. Estos proyectos también pueden encontrarse en Archdaily, aquí y aquí.

Un nouveau musée

La construcción del museo del folclore en la ciudad de Mouscron (Bélgica) proyectada por los arquitectos de la oficina V+ dio lugar a la reutilización particular de ladrillos antiguos. Dentro del marco del decreto para la integración de obras de arte en los edificios públicos, el artista francés Simon Boudvin hizo la siguiente proposición : « añadir ladrillos antiguos en los muros del nuevo museo, documentando sus lugares de origen ».

La construcción del museo interviene de manera paradójica, en el momento en el que numerosos edificios, que han sido testigos de la historia de la ciudad, están a punto de desaparecer. Estos se convierten sin embargo, en fuente de materiales de construcción : «una fábrica, un almacén, unas viviendas obreras, un cine, un convento, una casa burguesa, una cafetería y una granja aprovisionaron con sus ladrillos las fachadas del museo ». Los ladrillos se transforman de esta manera en objetos de museo conservando su uso. El museo se integra en la trama de la ciudad y los ladrillos antiguos y nuevos se mezclan siguiendo el aparejo. La proporción de ladrillos reutilizados es del 25%. Ésta es una decisión del departamento de estudios técnicos : la combinación con los ladrillos nuevos limita el impacto de la reutilización sobre los ensayos y los calculos de estabilidad. En el proyecto se reutilizaron 28500 ladrillos, lo que corresponde a alrededor de 34 m³ (fuente Opalis).

El museo está dividido en diferentes volúmenes separados por juntas de dilatación. Cada uno de estos volúmenes, por su tamaño, los ladrillos de reutilización que albergan en sus muros o los objetos que se exponen en él, hace referencia a una actividad en particular y por lo tanto a un edificio en concreto. Discretos números presentes en la fachada determinan la procedencia de los ladrillos reutilizados. Aunque la dimensión cultural de la reutilización parece importante, ésta no pretende ser militante u ostentosa. Una capa de encalado blanco cubre los muros y los ladrillos reutilizados se distinguen solamente por su textura áspera.

La recogida de ladrillos y su integración en los muros del museo fueron acompañados del trabajo de documentación realizado por Simon Boudvin que dio lugar a la publicación de un libro. En él se describe la intervención, el nuevo museo así como los edificios de donde provienen los ladrillos. El título del artículo y las citaciones se han tomado prestados de este libro : Simon Boudvin, (2018), UN NOUVEAU MUSÉE, Accattone y MER. Paper Kunsthalle.

Déconstruction d’une cheminée d’usine

Fábrica y su chimenea (imagen ilustrativa) – Aubervilliers hacia 1900, France (Public Domain)

El periódico semanal francés « La Nature », revista de las ciencias y de sus aplicaciones en las artes y la industria, publicaba en 1884 la crónica de la deconstrucción de una chimenea de fábrica con el fin de la reutilizar los materiales.

«demoler una chimenea de fabrica en tales condiciones, que los materiales provenientes puedan ser utilizados de nuevo y todo ello a pesar de la presencia de construcciones cercanas haciendo las inmediaciones inasequibles, así es el problema que resolvieron MM. R. M. y J. Bancroft (…) » (extracto de la revista traducido por Adokin)

La continuación de la crónica, disponible en francés en el Cnum, Conservatorio numérico de Artes y Oficios, p. 382, describe el procedimiento técnico puesto en marcha para poder bajar los ladrillos desde el interior de la chimenea, amortizando la caída mediante un doble sistema de corredor vertical, permitiendo una cierta compresión del aire, y de una caja con una puerta elástica. El desmantelamiento cuidadoso fue la clave para poder conservar los edificios adyacentes y recuperar los materiales de reutilización en buen estado.

Sanitary block with reused materials

En Bélgica, la cooperativa de diseño Rotor, muy activa en el ámbito de la reutilización, ha realizado para un grupo de movimiento juvenil local (le Chiro d’Itterbeek), el proyecto de un bloque sanitario adyacente a una construcción existente, una antigua granja realizada en ladrillo rojo. Situado en Dilbeek, en la periferia de Bruselas, este proyecto ha sido realizado con ladrillos rojos, con el fin de integrarlo al existente. Aunque modesto por su tamaño, la extensión es ejemplar. ¡En efecto, está construida con menos de un tercio de materiales nuevos! Tanto para la obra gruesa y para los acabados se han empleado materiales de reutilización o de excedente de obras. La voluntad de Rotor de demostrar que un proyecto así es posible, buscando identificar los diferentes frenos a la reutilización, se traduce principalmente por un valioso trabajo de documentación y de comunicación.

Es de recalcar la implicación necesaria de los diferentes agentes. En primer lugar el ayuntamiento de Dilbeek socio comanditario público, Coopérative de Construction AUTREMENT, muy activa en la ecoconstrucción y la reutilización a cargo de la obra así como una serie de proveedores de materiales de orígenes muy diferentes: Rotor; Franck especializados en la deconstrucción, la limpieza y la reventa de ladrillos; Bouwstocks una tienda de materiales de reutilización; Gebruiktebauwmaterialen una plataforma de venta de materiales de una empresa demoledora; la asociación sin ánimo de lucro Croisade Pauvreté que trabaja con voluntarios para suministrar materiales de segunda mano a buen precio; una obra privada situada a proximidad.

Aquí abajo encontrarán una lista de los materiales de reutilización o de excedente de obra utilizados en el proyecto (fuente Opalis):

  • 2,7 m³ de ladrillo de paramento;
  • 6,7 m³ de bloques de hormigón;
  • estructura de madera para cubierta;
  • 20 m² de tejas;
  • 29 m² de aislamiento mural, 14 m² de aislamiento para suelo, 20 m² de aislamiento para cubierta;
  • 3 dinteles, 4 puertas o ventanas;
  • 14 m² de baldosas de cerámica;
  • 8 elementos sanitarios;
  • 5 lámparas;

REBRICK

San Francisco Earthquake of 1906, Cleaning bricks – George Williford Boyce Haley – National Archive at College Park (Public Domain)

El proyecto europeo REBRICK (Market uptake of an automated technology for reusing old bricks) llevado a cabo entre 2011 y 2013, tenía como objetivo expandir la reutilización de viejos ladrillos de arcilla cocida. La empresa danesa Gamle Mursten, había puesto en marcha un sistema mecánico automatizado, que permitía quitar los residuos de hormigón y cemento. El proyecto, cofinanciado por la Unión Europea a través de su programa Eco-Innovation, permite extender este principio por Europa, adaptándolo a las diversas especificaciones regionales. Los beneficios ambientales de tal reutilización han sido estimados en ¡0.5kg de CO2 por ladrillo reutilizado!


Información complementaria sobre el proyecto:

REBRICK European Commission

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