Baksteen

La construcción con ladrillos reutilizados parece estar ganando terreno en países en los que el ladrillo es uno de los principales materiales de construcción. En la actualidad, sin embargo, este material se utiliza principalmente como revestimiento y los ladrillos reutilizados siguen la misma regla. La ausencia de la función estructural puede facilitar la integración de ladrillos viejos en un nuevo proyecto. Además, algunos de ellos tienen cualidades superiores a las de los ladrillos nuevos. Así fue puesto de manifiesto por el estudio de arquitectura BLAF architecten durante las pruebas realizadas para la construcción de viviendas unifamiliares en Bélgica. Este país, y en Flandes en particular, es uno de esos lugares donde el baksteen (ladrillo en neerlandés) está tradicionalmente muy presente. No es sorprendente, pues, que haya muchos proveedores de ladrillos de segunda mano. Los arquitectos de BLAF, experimentados en renovación y acostumbrados a trabajar con este material, a través del proyecto de investigación Brick Wall City, eligieron el ladrillo reutilizado, y además presevaron su función estructural original. ¡El muro de mampostería será por lo tanto de carga!

Este notable enfoque de reutilización de ladrillos, se puso en práctica durante la construcción de la casa dnA, en Asse. La idea era combinar los nuevos estándares en cuanto a aislamiento, con la sencillez constructiva de las casas tradicionales y la adaptabilidad que estas pueden ofrecer. Por tanto en la casa dnA encontramos muros de carga de ladrillo y una estructura de madera más ligera, que funcionan de forma independiente entre sí. Las paredes de ladrillo sostienen el techo y, aunque proporcionan una cierta inercia térmica al edificio, es la estructura de entramado de madera secundaria la que forma los niveles interiores y permite el aislamiento continuo. Este sistema constructivo híbrido, la caja dentro de una caja, trata cada material por separado, por capas sucesivas, permitiendo así alargar la vida útil de una construcción que puede ser rehabilitada por completo desde el interior, sin que se vea afectada la apariencia exterior. Desde el punto de vista estructural, los numerosos ángulos rectos así como las vigas de cintura de hormigón refuerzan la estabilidad de una envolvente exterior formada por 50 m3 de ladrillos reutilizados. Esta elección, más allá del aspecto estético y ambiental, ha demostrado ser además económica.

En el proyecto de la casa gjG, en Gentbrugge, los arquitectos dieron continuidad a sus experimentos en torno a los muros de carga con ladrillos reutilizados. Esta vez ya no son los ángulos rectos los que refuerzan la estabilidad de la pared de ladrillo, sino curvas que están en diálogo con el entorno arbolado de la casa. Siguiendo con otra variación, en este caso es la cara interior del muro de ladrillo la que se convierte en soporte de la cubierta, mientras que los ladrillos exteriores sirven de revestimiento. Entre estas dos caras se coloca el aislamiento. Esta adaptación de la mampostería de ladrillo, del habitual muro hueco relleno de aislamiento, es una nueva forma de devolver al ladrillo el lugar que había perdido. Una estructura de madera y acero, independiente de la envolvente, forma los niveles interiores.

Además de estos proyectos, los arquitectos de BLAF también contribuyen al diseño de nuevos modelos de ladrillos aptos para la construcción de muros macizos, en oposición a los productos más livianos que simulan ladrillos de mampostería. Reutilizar los ladrillos que nos dejaron nuestros antecesores, no debe hacernos olvidar, que es necesario preparar el terreno para futuros agentes de la reutilización. Esto implica utilizar materiales, que deben ser de alta calidad, duraderos y resistentes, y también sistemas constructivos que permitan una eventual deconstrucción y aseguren la adaptabilidad del edificio durante el mayor tiempo posible. Los arquitectos de BLAF juegan en ambos bandos, en el de los materiales, reutilizando y trabajando en el desarrollo de nuevos tipos de ladrillos, como en el de los sistemas constructivos, favoreciendo el uso de capas superpuestas con sistemas estructurales disociados.


Más información sobre la casa dnA está disponible en Opalis. La Federación Belga del Ladrillo (Fédération Belge de la Brique) publica en francés una revista trimestral, cuyo número de septiembre de 2021, Briques de réemploi, esta dedicado, entre otras cosas, a los dos proyectos de BLAF architecten. Estos proyectos también pueden encontrarse en Archdaily, aquí y aquí.

Reusing posidonia

En Formentera, en las Islas Baleares, el proyecto LIFE Reusing Posidonia, tenía como objetivo reducir significativamente la huella ecológica de un edificio de viviendas sociales utilizando recursos locales y técnicas artesanales, a la vez que demostraba la viabilidad de tales soluciones. El objetivo era reducir en un 50 % tanto las emisiones de CO2 vinculadas a la construcción, como su producción de residuos, manteniendo un coste adicional inferior al 5 %. Este proyecto de adaptación al cambio climático, acabado en 2018, consiste en la creación y monitorización de 14 viviendas de protección oficial pública. Dentro del programa europeo LIFE (LIFE12/ENV/ES/000079, categoria de Política y Gobernanza Medioambiental, LIFE+ 2012), esta liderado por una entidad pública cuyo objetivo es la promoción de vivienda protegida, el Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI), en colaboración con la Dirección General de Energía y Cambió Climático de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares. Para lograr sus objetivos, los arquitectos del IBAVI se inspiraron en la arquitectura tradicional, utilizando principalmente recursos locales. Entre ellos, la posidonia, una hierba marina cuyas hojas muertas llegan a las playas y se utilizan como aislamiento, ¡y también como material reutilizado!

Más allá de los beneficios medioambientales, la dimensión económica y social también es importante para los responsables del proyecto, que declaran: “En lugar de invertir en una industria química situada a 1500 km, dedicaremos el mismo presupuesto en una mano de obra local poco cualificada”. Además de promover la vivienda social, se trata también de apoyar una industria artesanal local y ecológica. Una arquitectura de baja tecnología, combinando recursos disponibles en la isla (arenisca, arcilla, cerámica, cal aérea), materiales importados pero con certificación ambiental (madera, cal hidráulica) y materiales reutilizados, parece ser la combinación que permite alcanzar estos objetivos. Sin embargo, esta elección requiere tener en cuenta, desde la fase de diseño, los sistemas constructivos que integran estos materiales específicos. Asimismo se hizo hincapié en la eficiencia energética del edificio, de clase A, en particular mediante el uso de hormigón celular. Y la influencia de la arquitectura tradicional se refleja también en el diseño bioclimático de las viviendas. Las pérgolas, las persianas o los porches no son sólo decorativos, y lo mismo ocurre con los cables en la fachada, que facilitan el desarrollo de las plantas trepadoras.

Uno de los elementos clave del proyecto es la posidonia, protegida e indispensable para la conservación de las playas, y cuyo uso requiere una autorización. Sin embargo, la gran cantidad de posidonia que llega a las playas permite, de forma supervisada, extraer la capa superior. Estos volúmenes excesivos, podrían incluso servir como aislamiento para todas las nuevas construcciones de la isla. Por otra parte, varias pruebas han demostrado que una vez seca, no requiere tratamiento adicional, ya que la sal marina actúa como conservante y biocida.

Además del aprovechamiento de la posidonia, la reutilización también juega un papel importante en el proyecto. Así, las carpinterías interiores se componen de puertas y ventanas reutilizadas, y las puertas exteriores de la planta baja están realizadas con listones de madera de pino provenientes de antiguos somieres. Estos elementos reutilizados fueron suministrados por la Fundació Deixalles de Mallorca (fundación de economía solidaria trabajando en los ámbitos del medio ambiente y del tratamiento de residuos). Hechas de madera vieja, las puertas y ventanas han tenido en muchas ocasiones modificaciones en sus dimensiones y se utilizan como paneles correderos, lo que simplifica su integración en el proyecto. ¡En total, se reutilizaron más de cien elementos! Además de la reutilización de tierra excavada o de escombros de hormigón celular, está la reutilización de muchos palets, demasiado caros para ser enviados de vuelta al continente, y utilizados en la cubierta como estructura secundaria que soporta a los paneles OSB, una vez repartida la posidonia.

Finalmente, se lograron e incluso superaron los objetivos iniciales de reducción de residuos y emisiones de CO2, ya que la reducción de CO2 se evaluó en más del 63%. La lógica que recorre todo el proyecto, desde su diseño bioclimático, el uso de técnicas artesanales y materiales locales o reutilizados, hasta su finalidad social, ilustra la importancia de considerar la reutilización como componente, junto con otros principios, de un nuevo enfoque de la arquitectura y la construcción. Nuevas formas de hacer donde los materiales reutilizables disponibles son diferentes cada vez, al igual que los recursos naturales. En las Islas Baleares, se trataba de carpinterías y de posidonia. ¿Cuáles usaremos en otros lugares?


Todo el contenido de la pagina web del proyecto LIFE Reusinf Posidonia, así como el que reproducimos en este artículo, esta disponible bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual (CC BY-NC-SA) 4.0. También contiene una publicación que detalla el proyecto, y que se puede descargar aquí. Además, una exposición itinerante dedicada al proyecto ha pasado por Sevilla, Madrid o Barcelona.

La filosofía de este proyecto inspiró a otros, incluido uno finalizado en 2021 en Palma de Mallorca, también de vivienda social y liderado por arquitectos del IBAVI. El uso de la piedra arenisca local y de la posidonia va acompañado esta vez de la reutilización para la cubierta de paneles de encofrado. En la página web de la revista Arquitectura Viva hay un artículo sobre este tema y otro sobre el proyecto de Formentera.

Reuse at school

Los proyectos belgas BRIC y MØDÜLL, de los que os hemos hablado aquí, combinan reutilización y formación, y están dirigidos principalmente a aprendices de los oficios técnicos de la construcción. Otros proyectos están más dirigidos a estudiantes de ingeniería o estudiantes de escuelas de arte y arquitectura. A continuación, encontrarán una lista no exhaustiva de proyectos con objetivos a veces diversos, pero que tienen en común una forma de experimentar con la reutilización:

  • La Brighton Waste House es un edificio compuesto en un 85% de residuos de la construcción. Alojado en un terreno de la University of Brighton (Reino Unido), los estudiantes lo usan a diario. Más de 300 estudiantes de arquitectura y diseño, así como aprendices en los oficios de la construcción participaron en su construcción, entre 2013 y 2014, bajo la dirección, entre otros, del arquitecto Duncan Baker-Brown. Este último también participó en la School of Re-construction que tuvo lugar como parte del proyecto europeo FCRBE y también es autor de “The Re-Use Atlas: A Designer’s Guide Towards a Circular Economy”.
  • Rural Studio es un programa de “concepción-realización” de la School of Architecture, Planning and Landscape Architecture of Auburn University (Alabama, EE. UU.) cuyo objetivo es sensibilizar a sus estudiantes sobre el contexto social de los proyectos de arquitectura, al tiempo que proporciona edificios para los más vulnerables. Más de 200 proyectos que involucran a aproximadamente un millar de estudiantes dando un lugar privilegiado a los materiales locales y económicos, incluidos muchos materiales reutilizados.
  • El espacio expositivo RAKE (RAKE Visningsrom) de Trondheim (Noruega) es el resultado de un taller realizado por y para estudiantes de las escuelas de arte y arquitectura de Trondheim, Oslo y Bergen, y que data de 2011. El pabellón, trasladado en 2014, pone de relieve la reutilización de los materiales, como en el caso de la envolvente exterior formada por ventanas reutilizadas. Sobre este tema, ver un artículo disponible en ArchDaily.
  • Los arquitectos noruegos de TYIN Tegnestue, que ya acompañaban el proceso de construcción del espacio expositivo RAKE, tenían la costumbre de involucrar a muchos estudiantes de arquitectura en sus proyectos integrando materiales locales y reutilizados. Asimismo, se llevaron a cabo numerosos proyectos en colaboración con las comunidades locales, particularmente en Asia, pero también en Europa. Por ejemplo, el proyecto Porto Marghera, realizado en Venecia en 2013 por alumnos de la Università Iuav di Venezia, consistía en un conjunto de estructuras hechas con madera reutilizada, proveniente del pabellón canadiense de la Bienal de Arquitectura del año anterior. Los estudiantes del Tecnológico de Monterrey, Puebla (México) y de la NTNU, Norges teknisk-naturvitenskapelige universitet (Noruega) participaron por su parte en el desarrollo de un pabellón de madera completamente reversible (Lyset paa Lista), en Lista (Noruega) en 2013.
  • El arquitecto sevillano Santiago Cirugeda, a través del estudio de arquitectura Recetas Urbanas, promueve la autoconstrucción, la autogestión y también la experimentación en una lógica de participación y apropiación ciudadana. Uno de sus temas favoritos es la reutilización de los materiales y en sus proyectos han participado muchos estudiantes. El espacio Aula Abierta se construyó en 2004 a partir de materiales reutilizados por estudiantes de la Universidad de Granada (Facultad de Bellas Artes). Fue posteriormente desmontado y reconstruido en Sevilla en 2012. En 2016 se inauguró la ampliación de la Escuela Superior de Diseño de Madrid llevada a cabo por y para los estudiantes y sus profesores. El proyecto bautizado La Escuela Crece puede presumir de hacer uso de un 85% de materiales reutilizados.
  • El festival Bellastock creado en Francia hace más de 15 años por la cooperativa de arquitectura del mismo nombre, propone cada año la creación de una ciudad efímera experimental a escala 1:1 a estudiantes principalmente de escuelas de arte o arquitectura. Los experimentos están relacionados, entre otras cosas, con la reutilización de los materiales. El festival se exportó al extranjero y llegó a Madrid, en 2012, 2013 y 2014, liderado por el colectivo Madstock.
  • En Francia, en el marco del proyecto educativo Pôle 21 y de su docencia en la École Nationale Supérieure d’Architecture (ENSA) Marseille, Jean-Marc Huygen, también autor de libro “La poubelle et l’architecte – Vers le réemploi des matériaux” sobre reutilización y al origen del proyecto para una red europea de reutilización lanzado en 2009, participa en experimentos que implican materiales sostenibles o reutilizados. Estudiantes de la ENSA Marseille y de la Université Grenoble Alpes (UGA) y luego de la ENSA Grenoble practican la recolección de materiales y la autoconstrucción en el pueblo de Barjols, o más recientemente en los pueblos de Correns o de Eurre. Para obtener más información, en francés, consultar la obra colectiva “Pôle 21 – 2 ans de réemploi à Barjols”, así como un artículo en la página web de la UGA. Anteriormente, de 2010 a 2012, siempre según la misma lógica, Jean-Marc Huygen acompañado de numerosos estudiantes, ya había participado en los experimentos llevados a cabo en una antigua manufactura de tabaco, la Friche la Belle de Mai (Marsella). Más información sobre este tema en la web matieras.eu.
  • Como parte de una iniciación a la reutilización en la construcción para estudiantes de arquitectura e ingeniería (UGA y ENSA Grenoble), supervisada por la agencia NA architecture (Francia), se realizaron y expusieron en Grenoble (Francia) dos prototipos de marquesinas para bicicletas.
  • Como parte de su enseñanza en la ENSA Paris-Belleville y en la ENSA Bretagne, el arquitecto francés Cyrille Hanappe (AIR Architectures y Actes et Cités) lleva a sus estudiantes a trabajar con habitantes en situaciones precarias, haciendo uso de la reutilización. Participaron, por ejemplo, en el diseño de una cocina colectiva para los habitantes de un barrio de chabolas (reutilización de puertas y ventanas), así como en el de un lavadero y de una sala comunitaria (reutilización de madera de cajas de mudanza, letreros, ventanas).
  • El Atelier Na (Francia), que lleva a cabo experimentos relacionados con la reutilización, tomo parte en escuelas de verano, seminarios o obras participativas, realizo también dos módulos a partir de materiales reutilizados en colaboración con estudiantes del Institut National des Sciences Appliquées (INSA) de Estrasburgo (Francia).
  • El colectivo de arquitectos raumlaborberlin (Alemania), especializado en proyectos participativos con materiales considerados como residuos, organizó un taller en 2011, en el que participaron estudiantes de toda Italia, para construir la Officina Roma, una villa efímera formada por botellas, puertas de coche y bidones de gasolina, entre otras cosas. El proyecto se realizó en el marco de la exposición “Re-Cycle: Strategies for Architecture, City and Planet” propuesta por el MAXXI (Museo nazionale delle arti del XXI secolo) en Roma en 2012. En 2018, en Berlín, el colectivo construyó con numerosos estudiantes la Floating University, un lugar de estudio e investigación que desde entonces se ha convertido en una asociación. Sobre la Officina Roma, ver este artículo de Designboom y sobre la Floating University, este otro artículo de ArchDaily.
  • En el marco del German National Garden Show (BUGA) en Heilbronn (Alemania) en 2019, estudiantes del Karlsruher Institut für Technologie (KIT) participaron junto a profesores en la creación del Mehr.WERT.Garten (Added.VALUE.Garden) y del Mehr.WERT.Pavilion. El pabellón y su entorno están compuestos principalmente por materiales reutilizados o reciclados, como el metal reutilizado que compone la estructura o el vidrio con el que está realizada la envolvente.
  • El taller Ephemeral Permanence 1:1, realizado en 2022 en el marco de la quinta International Conference on Structures and Architecture, en Aalborg (Dinamarca), permitió a estudiantes de diferentes universidades experimentar una construcción circular. La reutilización de materiales (columnas metálicas, vigas y paneles de madera, bloques de hormigón, ladrillos, tejas) y el diseño de un pequeño pabellón totalmente desmontable (uso de mordazas metálicas y de cuerdas elásticas para el montaje) fueron parte de este experimento cuyos supervisores también procedían de diferentes universidades (Aalborg University, ETH Zürich y University of Antwerp). He aquí un artículo sobre este tema en ArchDaily.
  • Recordamos también la participación de los alumnos de la ZHAW (Fachhochschule de Zurich en Winterthur, Suiza) en el trabajo de los arquitectos del Baubüro in situ.

BRIC

En el marco de un programa regional de economía circular (Programme Régional en Économie Circulaire – PREC/Be Circular) y apoyado por el proyecto europeo BAMB (Building as Material Banks, del que os hablábamos por aquí), nació en Bruselas el proyecto BRIC (Build Reversible In Conception). Vio la luz más concretamente en el seno del efp, un centro de formación en alternancia, un sistema de estudio y trabajo, entre otros, de los profesionales de la construcción. BRIC es un edificio sostenible, modular y evolutivo, que integra a la perfección los principios de la economía circular y de la reversibilidad. Construido por y para aprendices del efp, es una herramienta didáctica y pedagógica que permite experimentar pero también formar y sensibilizar a los futuros profesionales de la construcción acerca de prácticas circulares. Y como tal, la reutilización de los materiales de construcción es uno de los grandes objetivos del proyecto. Cabe señalar que más allá de la reutilización y de la integración de los principios de reversibilidad, es también a través del suministro local de materiales sostenibles, de la autonomía energética, de la gestión de aguas pluviales y de la recuperación de aguas grises que el BRIC garantiza un alto rendimiento ambiental.

El proyecto esta constituido por tres edificios sucesivos, BRIC 1, BRIC 2 y BRIC 3, construidos mayoritariamente con materiales del edificio anterior. Cada pabellón tiene su propia apariencia, volumetría y uso. El ciclo de construcciones, deconstrucciones y reconstrucciones se extendió durante 4 años y el BRIC 3, un estudio de radio, se inauguró en junio de 2021. Aunque algunos de los materiales del BRIC 1 ya eran materiales reutilizados (chapas metálicas, suelos de madera, revestimientos y carpinterías), es sobre todo gracias a un diseño reversible que se pudo poner en marcha una verdadera estrategia de reutilización. Asimismo, después de la primera deconstrucción, se realizó un inventario y los arquitectos de la oficina Karbon’ (Karbon’ architecture et urbanisme) pudieron trabajar en el diseño del BRIC 2 integrando los materiales desmontados. Con la misma lógica, los arquitectos realizaron una ampliación del edificio para transformarlo en el BRIC 3. En total, cientos de estudiantes de 11 ramas pudieron formarse a través de la práctica durante la construcción de los distintos pabellones.

Instalado sobre una plataforma montada sobre bases amovibles, el armazón constructivo del BRIC está formado por una serie de columnas y cajas de madera que pueden juntarse según varias configuraciones. Los ensamblajes son mecánicos, y la ubicación de los tornillos está marcada para facilitar el desmontaje. La chapa se utilizó sucesivamente para cubiertas y revestimientos, y los paneles de madera que inicialmente formaban parte del revestimiento se reutilizaron por su parte en forma de tejas y luego de escamas, mediante cortes sucesivos. Aunque los revestimientos a base de arcilla se pueden reutilizar con relativa facilidad, los aprendices pudieron constatar en cambio que la madera maciza es más adecuada para ciclos sucesivos de reutilización que los tableros de OSB. También pudieron observar que el aislamiento de fibra de celulosa, que es rápido de instalar, requiere una aspiración más compleja durante la deconstrucción, así como la perforación de las cajas en varios puntos. Los paneles de fibra de madera parecen proporcionar una mayor flexibilidad.


Varias publicaciones sobre las diferentes etapas del proyecto BRIC se pueden consultar en la página web del proyecto BAMB. En la página web Archi Urbain se puede ver, en francés, un vídeo presentando la última versión del proyecto, BRIC 3.

Otro proyecto bruselense también da un lugar privilegiado a la reutilización y a la formación de futuros agentes del sector de la construcción: en el marco de un concurso organizado por el CDR Construction, estudiantes de Bruselas se formaron en la obra de construcción de un edificio modular, desmontable y transportable, MØDÜLL (2015) seguido de MØDÜLL 2.0 (2017). Más información, en francés, en el Guide Bâtiment Durable.

BAMB

El proyecto europeo de investigación e innovación (Horizon 2020) BAMB (Buildings As Material Banks) reunió a 15 socios de 7 países con el propósito de instaurar una lógica circular en el sector de la construcción. Durante 4 años, de 2015 a 2019, el objetivo de estos socios fue devolver su verdadero valor a los materiales de construcción con el fin de evitar que terminen como residuos. Se utilizaron principalmente dos herramientas: el pasaporte de materiales (Materials Passport) y el diseño de edificios reversibles (Reversible Building Design). Estas fueron acompañadas por directivas, recomendaciones políticas y nuevos modelos económicos circulares. Seis proyectos piloto han permitido poner a prueba esta nueva estrategia y varias publicaciones, que se pueden consultar en la página web del proyecto BAMB, dan testimonio de la experiencia adquirida.

El diseño de edificios reversibles, simplificando su renovación, transformación interior o exterior y la reutilización de sus componentes, se ha puesto a prueba en particular en Bélgica (Circular Retrofit Lab y Build Reversible In Conception), en Bosnia y Herzegovina (Green Design Centre) y en los Países Bajos (Green Transformable Building Lab). En consecuencia, se han considerado o puesto en práctica escenarios de deconstrucción, transformación y reconstrucción en situaciones reales o mediante módulos experimentales, ¡todo ello dando un lugar privilegiado a la reutilización! Estos proyectos también incluían una dimensión educativa, ya que el Green Design Center tenía como objetivo convertirse en un centro público de información. El BRIC (Build Reversible In Conception) fue por su parte construido por y para los alumnos de un centro de formación profesional (efp), mientras que el Circular Retrofit Lab servió como laboratorio para los estudiantes de la Vrije Universiteit Brussel (VUB).

Además, se probó otro diseño reversible a través del desarrollo de la estructura desmontable y adaptable de una exhibición itinerante (Reversible Experience Modules). En esta última se presentaron una serie de productos y sistemas de construcción diseñados con vistas a una posible futura reutilización. Cada material iba acompañado de un pasaporte virtual, una especie de guía sobre cómo desensamblarlos y evitar así los desperdicios. El pasaporte de materiales también se probó en una situación real en Alemania (New Office Building). ¡Y por supuesto, se tuvo en cuenta el potencial de reutilización de estos materiales!

Ferme du Rail

La Ferme du Rail, inaugurada en París en 2019, es un equipamiento de barrio en torno a la agricultura urbana. Situado en un terreno de difícil acceso, junto a una vía de ferrocarril en desuso, es un espacio de producción agrícola pero también un lugar de solidaridad, alojamiento, formación, restauración y encuentro. Los dos edificios de la granja agrupan en torno a una huerta central un comedor-restaurante, un almacén y un invernadero, a los que se suman veinte alojamientos destinados a trabajadores en riesgo de exclusión social y estudiantes de ingeniería, arquitectura u horticultura. Esta granja low-tech, con diseño bioclimático, materiales renovables o reutilizados, que mira hacia la permacultura y tiene una finalidad social, nació de la convocatoria de proyectos urbanos innovadores Réinventer Paris, lanzada en 2014.

En el origen del proyecto encontramos la cooperativa de arquitectos Grand Huit, que sitúa su acción en el ámbito de la economía circular pero también social y solidaria, así como la paisajista Mélanie Drevet. Estos habitantes y usuarios del barrio se rodearon de una serie de actores que se iban a convertir en los futuros operadores del lugar, como la empresa de integración Travail et Vie, las asociaciones Atoll 75 y Bail Pour Tous, y también la organización Réhabail que llegara a ser promotora del proyecto. Esto se hace dentro de un contexto particular, ya que el ayuntamiento de París sigue siendo propietario del terreno, cedido en virtud de un contrato de arrendamiento de 50 años. El acceso al suelo, facilitado por los poderes públicos, se completa con un mosaico de financiación pública y privada. Esto permite prever un programa ambicioso tanto desde el punto de vista ecológico como social. La reutilización de los materiales, que responde a estos dos imperativos, es un elemento importante para los diseñadores, para quienes “reutilizar los materiales y trabajar con personas en integración responde a la misma lógica. No volver a tirar y no volver a excluir”¹.

Trabajar con “lo que ya está”, con “lo que queda” se convierte para los miembros de Gran Huit en uno de los aspectos de una nueva forma de trabajar. Para ellos, la reutilización, la “valorización de lo abandonado”, tiene una dimensión práctica pero deriva sobre todo de una postura moral y política: “la reutilización no es ante todo la explotación de nuevos «yacimientos», sino la reivindicación de una atención inédita hacia la materia y las personas”¹. Más allá de los imperativos ambientales, para los arquitectos es una manera de “preservar el acceso al trabajo para todos, significante y no opresivo”¹, ya que elegir una reutilización local también es una forma de reintroducir la función obrera y artesanal en el centro de la ciudad.

Por otro lado, insisten en la dimensión memorial de la reutilización. Porque si entre los frenos a la reutilización, el más importante parece quizás el ideológico, conviene “educar las miradas para percibir la belleza de los abandonados que han vuelto a ser deseables”¹. Devolver su verdadero lugar a los materiales y a quienes trabajan con ellos, y por tanto al proceso. Esto los lleva a recuperar el verdadero valor del tiempo de la obra de construcción. Se trata, de asociar a los futuros usuarios desde muy temprano, abriéndo la entrada a la obra de construcción, iniciando además determinadas actividades en el lugar antes incluso de su desarrollo final. La idea es hacer de la obra de construcción un espacio democrático de creación, con un ambiente favorable a la formación. Varias empresas de integración participaron también el la construcción de la granja, confiándoles 5 lotes de los 16 lotes técnicos. He aquí otro intento para devolverle a la arquitectura su dimensión social, en oposición a una arquitectura-objeto. Además se ha realizado una ACV para dar idea de los beneficios a atribuir al edificio, de muy bajo impacto ambiental (estructura de madera, aislamiento de paja, revestimiento de madera de castaño, uso de materiales renovables y reutilizados). Sin embargo, este análisis no tiene en cuenta el aspecto social del proyecto. Por ello, los arquitectos abogan por nuevos indicadores de riqueza y un enfoque del “coste global” de cada proyecto que integre este aspecto.

He aquí una lista de materiales reutilizados en el proyecto:

  • ventanas de madera provenientes de edificios de viviendas sociales renovados, transformadas en jardineras utilizadas en la cubierta a modo de barandilla (madera arenada y reensamblada en paneles) o en suelo de madera a la testa para la sala común (mismo stock de madera, esta vez trozeado), todo ello realizado por el Atelier R-are;
  • madera contrachapada procedente de la Semana de la Moda y destinada a la fabricación de armarios para los dormitorios;
  • piedras de las calles de Paris provenientes de los almacenes de la ciudad y utilizadas en el jardín (muros de contención de piedra seca, escalones, pavimento);
  • lonas publicitarias provenientes de la Réserve des Arts transformadas en estores por Les Résilientes;
  • Baldosas desparejadas procedentes de excedentes de stock y destinadas a los baños (la identidad específica de cada uno requiere un despiece cada vez diferente).

El descubrimiento de la reutilización y de su adecuación con un enfoque ecológico y social llevó a los arquitectos a desarrollar esta práctica. Así, el proyecto de la Maison des Canaux de París, cuya construcción está en curso y que pretende ser un referente para la economía circular, social y solidaria, tiene la misión de convertirse en un demostrador de la reutilización. Proyecto piloto realizado en el marco del proyecto europeo FCRBE, del que ya os hablamos aquí, ¡tiene como objetivo integrar del 70 al 100% de materiales procedentes de una reutilización local!


¹ Este artículo está inspirado en gran medida en el libro La Ferme du Rail – Pour une ville écologique et solidaire escrito en francés por Clara y Philippe Simay, miembros de la cooperativa Grand Huit, y publicado en 2022 por Actes Sud, en la colección “Domaines du possible”. Las diversas citas están tomadas de él y traducidas al castellano por Adokin.

Más específicamente sobre la reutilización, podemos encontrar una presentación de Clara Simay, realizada en el marco del ICEB Café el 19 de septiembre de 2019, disponible en la página web del ICEB.

Catedral de Santa María

Cuando hablamos de recuperación y reutilización de materiales de construcción, existe un caso muy especifico que es el de los edificios patrimoniales. En este caso, la reutilización tiene no solo objetivos económicos y ambientales sino más bien históricos. La restauración de la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz presenta buenos ejemplos de este tipo particular de reutilización. El monumento histórico cuyas bases remontan al año 1200 e inscrito por la UNESCO en 2015 como uno de los bienes individuales del Camino de Santiago de Compostela se caracterizaba por graves problemas estructurales. El cierre del edificio al público, la presentación en 1998 del Plan Director de Restauración Integral y la creación de la Fundación Catedral Santa María para gestionarlo y desarrollarlo, abrieron un periodo de restauración de la catedral que sigue en marcha después de más de veinte años.

A lo largo del proceso de restauración, uno de los criterios fundamentales fue la reutilización in situ de los materiales. Cuando dicha reutilización era posible, esto implica el desmontaje, el tratamiento y el almacenaje de elementos históricos de madera, piedra o cerámica antes de su recolocación y de su eventual redistribución con el fin de mejorar el funcionamiento estructural, aprovechando así obras anteriores en distintas zonas de la catedral. En la reconstrucción de las cubiertas se recuperaron de esta manera numerosas vigas de madera de roble y 13 319 tejas de cerámica destinadas a ser reutilizadas más específicamente en las cubiertas de la ábsidede la catedral, constituida a partir de una sucesión de tejas curvas cóncavas y convexas parcialmente superpuestas. Muchas de ellas son tejas “cobija” ya que las tejas “canal” tuvieron que ser sustituidas por piezas nuevas. A menudo, las piezas reutilizadas conservan trazas de su historia, como por ejemplo la firma de su taller de origen.

Los materiales históricos reutilizados en obras tan especificas de protección del patrimonio son sin lugar a dudas consideradas como una riqueza, pero ¿podría esta visión extenderse a otros materiales más comunes? Podríamos inspirarnos en los importantes trabajos realizados en la catedral de Santa María y reconocer también el valor cultural de la reutilización aplicada a un patrimonio más ordinario y a sus materiales.


En la pagina web de la Fundación Catedral Santa María se encuentra más información sobre las obras de restauración pasadas y actuales.

Un nouveau musée

La construcción del museo del folclore en la ciudad de Mouscron (Bélgica) proyectada por los arquitectos de la oficina V+ dio lugar a la reutilización particular de ladrillos antiguos. Dentro del marco del decreto para la integración de obras de arte en los edificios públicos, el artista francés Simon Boudvin hizo la siguiente proposición : « añadir ladrillos antiguos en los muros del nuevo museo, documentando sus lugares de origen ».

La construcción del museo interviene de manera paradójica, en el momento en el que numerosos edificios, que han sido testigos de la historia de la ciudad, están a punto de desaparecer. Estos se convierten sin embargo, en fuente de materiales de construcción : «una fábrica, un almacén, unas viviendas obreras, un cine, un convento, una casa burguesa, una cafetería y una granja aprovisionaron con sus ladrillos las fachadas del museo ». Los ladrillos se transforman de esta manera en objetos de museo conservando su uso. El museo se integra en la trama de la ciudad y los ladrillos antiguos y nuevos se mezclan siguiendo el aparejo. La proporción de ladrillos reutilizados es del 25%. Ésta es una decisión del departamento de estudios técnicos : la combinación con los ladrillos nuevos limita el impacto de la reutilización sobre los ensayos y los calculos de estabilidad. En el proyecto se reutilizaron 28500 ladrillos, lo que corresponde a alrededor de 34 m³ (fuente Opalis).

El museo está dividido en diferentes volúmenes separados por juntas de dilatación. Cada uno de estos volúmenes, por su tamaño, los ladrillos de reutilización que albergan en sus muros o los objetos que se exponen en él, hace referencia a una actividad en particular y por lo tanto a un edificio en concreto. Discretos números presentes en la fachada determinan la procedencia de los ladrillos reutilizados. Aunque la dimensión cultural de la reutilización parece importante, ésta no pretende ser militante u ostentosa. Una capa de encalado blanco cubre los muros y los ladrillos reutilizados se distinguen solamente por su textura áspera.

La recogida de ladrillos y su integración en los muros del museo fueron acompañados del trabajo de documentación realizado por Simon Boudvin que dio lugar a la publicación de un libro. En él se describe la intervención, el nuevo museo así como los edificios de donde provienen los ladrillos. El título del artículo y las citaciones se han tomado prestados de este libro : Simon Boudvin, (2018), UN NOUVEAU MUSÉE, Accattone y MER. Paper Kunsthalle.

Collectif Etc – 3

Aunque la madera de palés sea un elemento recurrente en los proyectos de reutilización, otro material estandarizado similar será utilizado de manera interesante en 2012 en el proyecto de modificación del jardín Michelet en Colombes cerca de Paris. Se trata de los paneles de secado para bloques de hormigón de 140x110x4 cm de dimensión. Estos paneles de madera tienen los lados reforzados mediante perfiles metálicos.

El jardín Michelet es uno de los elementos del proyecto R-urban, llevado a cabo por el atelier d’architecture autogérée (aaa). Siguiendo la lógica de crear redes locales y de circuito corto, este proyecto de economía social y solidaria, reagrupa diferentes sectores que se articulan alrededor de las cuestiones como la vivienda (EcoHab), el reciclaje (RecycLab) y la agricultura urbana (AgroCité). El Collecif Etc intervino en el jardín que alberga el Agrocité (ciudad agrícola). La autoconstrucción y la reutilización son parte esencial del proyecto! La intervención trata sobre un espacio técnico y otro de encuentro, unidos por un eje central. El sistema constructivo sigue una trama regular determinada por las dimensiones estandarizadas de los paneles de madera. Se utilizan para cubrir los suelos y las paredes de los diferentes espacios. La regularidad de la trama facilita además los posibles añadidos o modificaciones.

Los paneles de secado y otros materiales de construcción de segunda mano, recuperados en obras o comprados a proveedores especializados, han sido valorizados por el Collectif Etc, así como por el atelier d’architecture autogérée dentro del proyecto principal del AgroCité. Estos recursos han sido listados en la página internet del proyecto. La reutilización de los elementos constitutivos del AgroCité se reanudó durante el traslado del proyecto, ya que fue deconstruido y reconstruido en un nuevo lugar en 2018, en este caso en Gennevilliers.

Se puede encontrar información técnica sobre los paneles de secado en la página de Opalis. Las características técnicas observadas en España pueden diferir ya que las dimensiones de los paneles son inferiores. Aun así, es posible encontrar elementos de segunda mano. Los paneles, aunque a menudo sean de madera, existen también modelos de plástico o de metal.

Collectif Etc – 2

Acostumbrado a trabajar la madera, en 2016 el Collectif Etc participó en la obra de reensamblaje de un antiguo establo de entramado del siglo XIX. Este tuvo lugar en el emplazamiento del Ecomuseo de Alsacia, un museo al aire libre dedicado a las tradiciones y a la vida actual. La reutilización ejecutada tras la deconstrucción y la numeración realizada por los equipos del museo fue acompañada de técnicas tradicionales de la construcción en madera. La visión de la tradición actualizada a los tiempos actuales defendida por el Ecomuseo, se traduce en la reinterpretación de las antiguas técnicas de construcción y la utilización de tornillos o de un muro de hormigón. Algunas antiguas tejas artesanales fueron también reutilizadas. Todo esto nos recuerda la importancia de técnicas a veces olvidadas y las lecciones que podemos aprender a medida que redescubrimos la deconstrucción y la reutilización.

En el mismo lugar, el Collectif Etc a llevado a cabo un trabajo de recomposición de otra estructura en entramado. Esta vez, faltaban algunas piezas y no existía el plano: un verdadero rompecabezas en forma de kit, donde una pequeña placa metálica numerada sobre algunas piezas de madera era la única pista. Las inevitables dificultades encontradas en el camino ilustran la importancia de la deconstrucción y de la numeración, que cuando son correctamente efectuadas, pueden dar lugar a la rápida reutilización de estructuras muy antiguas!