El arquitecto francés Patrick Bouchain, del que ya os hemos hablado antes, se le conoce también por trabajar en la reconversión de edificios industriales en espacios culturales. El taller de arquitectura CONSTRUIRE, que fundó junto a Loïc Julienne, no se limita solo a estos proyectos. Sin embargo, son una parte importante de su trayectoria arquitectónica, que propone una visión anticonformista de la arquitectura. Su práctica se centra ante todo en el momento crucial de la fase de obra, haciendo participar a los diferentes profesionales en la evolución del proyecto e integrando una lógica de reutilización.
La primera reutilización es la de los propios edificios o de su estructura. Es el caso del Lieu Unique en Nantes, que ocupa los muros de la antigua fábrica LU para hacer un centro cultural, incluyendo una sala de espectáculos, espacios de exposición, un restaurante… El cambio del programa inicial de rehabilitación ha permitido, realizando lo estrictamente mínimo, reducir el presupuesto necesario. Estas intervenciones mínimas, dejan a la vista las diferentes etapas de la historia del lugar, la fábrica, el edificio abandonado y el centro cultural. El aspecto experimental del proyecto, la importancia de la obra, que se convierte en un verdadero acto cultural y en la que participan una multitud de actores, especialmente a través de una cabaña de obras, lugar de encuentro y documentación, le dará una verdadera dimensión pedagógica. La reutilización, llevada a cabo en la obra toma a su vez esta dimensión pedagógica, además de política, simbólica o estética, o simplemente de sentido común: reutilizar lo que se pueda, y preservar lo que ya sirve.
Algunos materiales reutilizados provienen del mismo edificio. Se trata por ejemplo de las placas de acero que formaban parte del suelo de la fábrica, donde las trazas de la antigua actividad del lugar están todavía visibles, de una mesa de oficina o de una escalera de emergencia proveniente de una anterior restructuración, o de los ladrillos recuperados en demoliciones parciales. A esta reutilización in situ hay que añadirle la de los restos de estas mismas demoliciones para crear una terraza en el borde del edificio. Además, se hizo un llamamiento a los artesanos que participaron en el proyecto para que aportaran materiales que pudieran ser reutilizados. Muchos son restos, de excedentes o son materiales desclasificados porque se consideran no conformes. Profesionales externos a la obra acabaron también contribuyendo en esta búsqueda de materiales. Piezas de madera proveniente de barcos que iban a ir al desguace, así como madera de demolición recubren la pasarela que forma el perímetro de la sala de espectáculo. La barra y las sillas del restaurante proceden de donaciones. Detrás del edificio y de la sala de espectáculos, se creó el Grenier su Siècle, una colección monumental donde se guardan en recipientes metálicos sellados objetos donados por los habitantes. Este espacio cerrado está destinado a ser abierto en 2100, es decir, un siglo después de su creación. Los toneles o las cajas metálicas que contienen los objetos son también donaciones. El vidrio que reviste la fachada del Grenier du Siècle es también reutilizada. Las diferentes piezas utilizadas habían sido anteriormente rechazadas por la reglamentación. Para poder integrar estos materiales, la fachada y el patchwork de vidrio de reutilización han sido declarados obras de arte. Barriles cortados por herreros malienses especializados en el reciclaje de nuestros desechos se integraron en el techo de la sala de espectáculos como aislamiento acústico. Para poder traerlos a Francia, del mismo modo que la fachada de vidrio, tuvieron que ser denominados obras de arte. Tablas hechas con los restos de madera restante del tallado de piraguas y cosidos entre ellos por los artesanos que fabrican las piraguas formarán parte del proyecto, a modo de paneles para el restaurante.
Siguiendo la misma lógica, el estudio llevará a cabo otros proyectos de reconversión de antiguos edificios industriales, como Le Magasin en Grenoble, La Condition Publique en Roubaix o Le Channel en Calais. Patrick Bouchain y el estudio CONSTRUIRE se dedican a su vez a la construcción de edificios nuevos, sin dejar de lado su interés por la reutilización. Así, en la Academie Fratellini en Saint-Denis, un centro de arte y de formación en artes circenses, se recuperó madera procedente de los jardines del castillo de Versailles, donde numerosos árboles habían caído debido a una tormenta. La madera se integró prácticamente en la estructura de las gradas de la sala de espectáculos, sobredimensionando las secciones de la madera inicialmente previstas. El revestimiento exterior se realizó mediante chapas metálicas onduladas provenientes de un centro comercial donde fueron rechazadas porque el color era no conforme. Estas fueron solapadas para esconder los agujeros de la colocación inicial. Además se pintaron parcialmente para evitar que se roñaran en las zonas de corte. La reutilización y la colocación por solape llevados a cabo, así como las líneas de pintura antióxido, dan lugar a un ensamblaje aleatorio y componen la peculiaridad del proyecto.
Patrick Bouchain y Loïc Julienne participaron además, junto con Sonia Vu y ConstructLab, en la construcción de una sala de fiestas para una Universidad Popular en Argentan. Esta, denominada Le Manable, está realizada principalmente de materiales de recuperación. Otros proyectos del estudio, aunque no estén realizados necesariamente con materiales procedentes de la reutilización, dado su carácter efímero o móvil, integran o incitan a la deconstrucción y la reutilización. Es el caso de los museos itinerantes o efímeros, como el Centre Pompidou Mobile, que ha viajado entre varias ciudades francesas, o como las Étincelles du Palais de la découverte, una versión temporal – destinada a ser reutilizada- de un museo parisino, actualmente en obras. Es el caso también de salas de espectáculos bajo carpa, como La Volière, Le Centaure o Le Caravansérail.
Algunos proyectos (Le Lieu Unique, L’Académie Fratellini) descritos en este artículo, se describen de manera más concisa en las obras “Le Lieu Unique –Le chantier, un acte culturel / Nantes” de Christophe Catsaros, publicado bajo la dirección de Patrick Bouchain en 2006 de la mano de Actes Sud, dentro de la colección L’impensé, así como “L’Académie Fratellini – Le cirque de plain-pied / Saint-Denis” de Coline Serreau et Charlotte Erlih, publicado en 2008 dentro de la misma editorial y colección. Otra información proviene de la entrevista realizada a Patrick Bouchain y reproducida en el libro “Matière Grise”, publicado en 2014 por el Pavillon de l’Arsenal bajo la dirección de Encore Heureux.