Label

Las certificaciones son habituales en el ámbito medioambiental y algunos de ellos, ya sean públicos o privados, pueden incluir también la reutilización de los materiales de construcción. A nivel internacional, las distintas certificaciones HQE™ (High Quality Environmental) de origen francés, la británica BREEAM® (Building Research Establishment Environmental Assessment Method) o la estadounidense LEED® (Leadership in Energy and Environmental Design) parecen ser las más conocidas. Algunos labels pretenden, por ejemplo, tener en cuenta más específicamente el carácter circular o resaltar una huella de carbono reducida. Al respecto, la reutilización es una opción especialmente interesante. La obtención de dicho certificado entra generalmente dentro de un proceso voluntario, con el fin de reflejar determinadas prestaciones de un edificio o de un material que superan los requisitos mínimos establecidos por la normativa. A menudo se trata de una cuestión de confianza y reconocimiento que ayuda a reforzar la visibilidad de un proyecto. También existen certificados que están evolucionando hacia algo que tenga carácter obligatorio. Es el caso del certificado experimental francés E+C-, lanzado en 2016 para prefigurar el Reglamento Medioambiental 2020 (RE2020), y cuyo ámbito de actuación es, en particular, acreditar la huella de carbono de un edificio, usando herramientas de ACV. Este reglamento, como ya os explicamos aquí, utiliza un método de cálculo en el que el impacto de los materiales reutilizados en la huella de carbono se considera nulo, ¡lo que hace que esta solución sea muy ventajosa!

La mayoría de los certificados medioambientales no se aplican exclusivamente a la reutilización, pero existen algunos que se han creado con el objetivo específico de promoverla. Este es el caso del reciente label CircoLab® en Francia. Este último, gracias a una comparación del impacto medioambiental de productos reutilizados con sus equivalentes nuevos, permite expedir un certificado de rendimiento de varios niveles. Más antiguo, el label Truly Reclaimed fue creado por Salvo en Inglaterra y desarrollado como parte del proyecto europeo FCRBE (Interreg NWE). Aunque también defiende la reutilización, tiene un objetivo diferente: proteger los materiales realmente resultantes de una reutilización, distinguiéndolos de las imitaciones. En definitiva, esto hace que el proceso de reutilización sea más visible y lo promueve.