El estudio de arquitectura noruego TYIN tegnestue Architects, que recientemente dejó de operar, era conocido por tener un enfoque muy particular de la arquitectura: proyectos pequeños, que a menudo involucraban a estudiantes y también a las comunidades locales, predilección por la artesanía y la reutilización. Si ya os hablamos aquí de los proyectos participativos realizados con estudiantes de escuelas de arquitectura que utilizaban materiales procedentes de la reutilización, la apuesta de la agencia también la ha llevado a realizar varios proyectos, especialmente en Asia, para y con comunidades en situación precaria. La elección, específica al contexto de cada proyecto, de técnicas artesanales y de materiales locales permitió responder a la falta de recursos involucrando además a los habitantes. Por consiguiente, estos podían apropiarse de un edificio cuyo aspecto técnico de la construcción y la dinámica social que había generado debía servir de ejemplo. Dentro de esta lógica, los materiales resultantes de la reutilización son considerados un recurso local y barato, al igual que la madera o la tierra, por ejemplo, y contribuyen igualmente a dar forma al proyecto.
De esta manera, el proyecto Old Market Library realizado en colaboración con CASE Studio Architects y construido en Bangkok (Tailandia) en 2009 implicó en gran medida a los habitantes. Esta transformación de una parte de un antiguo mercado en una biblioteca, fue una oportunidad para poner en práctica sus conocimientos mediante el uso de materiales económicos y disponibles localmente, incluidos muchos materiales reutilizados. Las cajas de madera reutilizadas se convierten así en estanterías para los libros y el revestimiento interior está formado por piezas de madera encontradas en los alrededores. Sin embargo, los elementos estructurales de madera, de un pequeño entrepiso en particular, se compraron en una tienda de segunda mano, con el fin de obtener madera de mejor calidad. Este proyecto, que no es el único, también demuestra que la reutilización no es solo una solución económica y responsable a las necesidades de las comunidades, sino que además puede estimular la creatividad técnica y estética.