El proyecto europeo de investigación e innovación (Horizon 2020) BAMB (Buildings As Material Banks) reunió a 15 socios de 7 países con el propósito de instaurar una lógica circular en el sector de la construcción. Durante 4 años, de 2015 a 2019, el objetivo de estos socios fue devolver su verdadero valor a los materiales de construcción con el fin de evitar que terminen como residuos. Se utilizaron principalmente dos herramientas: el pasaporte de materiales (Materials Passport) y el diseño de edificios reversibles (Reversible Building Design). Estas fueron acompañadas por directivas, recomendaciones políticas y nuevos modelos económicos circulares. Seis proyectos piloto han permitido poner a prueba esta nueva estrategia y varias publicaciones, que se pueden consultar en la página web del proyecto BAMB, dan testimonio de la experiencia adquirida.
El diseño de edificios reversibles, simplificando su renovación, transformación interior o exterior y la reutilización de sus componentes, se ha puesto a prueba en particular en Bélgica (Circular Retrofit Lab y Build Reversible In Conception), en Bosnia y Herzegovina (Green Design Centre) y en los Países Bajos (Green Transformable Building Lab). En consecuencia, se han considerado o puesto en práctica escenarios de deconstrucción, transformación y reconstrucción en situaciones reales o mediante módulos experimentales, ¡todo ello dando un lugar privilegiado a la reutilización! Estos proyectos también incluían una dimensión educativa, ya que el Green Design Center tenía como objetivo convertirse en un centro público de información. El BRIC (Build Reversible In Conception) fue por su parte construido por y para los alumnos de un centro de formación profesional (efp), mientras que el Circular Retrofit Lab servió como laboratorio para los estudiantes de la Vrije Universiteit Brussel (VUB).
Además, se probó otro diseño reversible a través del desarrollo de la estructura desmontable y adaptable de una exhibición itinerante (Reversible Experience Modules). En esta última se presentaron una serie de productos y sistemas de construcción diseñados con vistas a una posible futura reutilización. Cada material iba acompañado de un pasaporte virtual, una especie de guía sobre cómo desensamblarlos y evitar así los desperdicios. El pasaporte de materiales también se probó en una situación real en Alemania (New Office Building). ¡Y por supuesto, se tuvo en cuenta el potencial de reutilización de estos materiales!