La construcción del museo del folclore en la ciudad de Mouscron (Bélgica) proyectada por los arquitectos de la oficina V+ dio lugar a la reutilización particular de ladrillos antiguos. Dentro del marco del decreto para la integración de obras de arte en los edificios públicos, el artista francés Simon Boudvin hizo la siguiente proposición : « añadir ladrillos antiguos en los muros del nuevo museo, documentando sus lugares de origen ».
La construcción del museo interviene de manera paradójica, en el momento en el que numerosos edificios, que han sido testigos de la historia de la ciudad, están a punto de desaparecer. Estos se convierten sin embargo, en fuente de materiales de construcción : «una fábrica, un almacén, unas viviendas obreras, un cine, un convento, una casa burguesa, una cafetería y una granja aprovisionaron con sus ladrillos las fachadas del museo ». Los ladrillos se transforman de esta manera en objetos de museo conservando su uso. El museo se integra en la trama de la ciudad y los ladrillos antiguos y nuevos se mezclan siguiendo el aparejo. La proporción de ladrillos reutilizados es del 25%. Ésta es una decisión del departamento de estudios técnicos : la combinación con los ladrillos nuevos limita el impacto de la reutilización sobre los ensayos y los calculos de estabilidad. En el proyecto se reutilizaron 28500 ladrillos, lo que corresponde a alrededor de 34 m³ (fuente Opalis).
El museo está dividido en diferentes volúmenes separados por juntas de dilatación. Cada uno de estos volúmenes, por su tamaño, los ladrillos de reutilización que albergan en sus muros o los objetos que se exponen en él, hace referencia a una actividad en particular y por lo tanto a un edificio en concreto. Discretos números presentes en la fachada determinan la procedencia de los ladrillos reutilizados. Aunque la dimensión cultural de la reutilización parece importante, ésta no pretende ser militante u ostentosa. Una capa de encalado blanco cubre los muros y los ladrillos reutilizados se distinguen solamente por su textura áspera.
La recogida de ladrillos y su integración en los muros del museo fueron acompañados del trabajo de documentación realizado por Simon Boudvin que dio lugar a la publicación de un libro. En él se describe la intervención, el nuevo museo así como los edificios de donde provienen los ladrillos. El título del artículo y las citaciones se han tomado prestados de este libro : Simon Boudvin, (2018), UN NOUVEAU MUSÉE, Accattone y MER. Paper Kunsthalle.