La energía gris (incorporada), producida durante la extracción, fabricación e instalación de los materiales de construcción corresponde al 30% de la energía total consumida por un edificio, frente al 70% perteneciente a la energía operativa producida durante la vida útil de la edificación (para más información pinchar aquí). Las medidas puestas en marcha actualmente se centran en la mejora de la eficiencia energética de los edificios y por lo tanto en la disminución de la energía operativa. Teniendo en cuenta el aumento del espacio construido previsto para las próximas décadas, es el momento de centrarse en las medidas para la disminución de la energía gris.
La reutilización, la innovación, así como el análisis previo para la elección de materiales de bajo impacto ambiental serán indispensables en las próximas décadas. Building Transparency ha presentado recientemente una herramienta gratuita, EC3, que permite determinar el impacto de cada material, basada en informaciones extraídas de las DAP (Declaración Ambiental del Producto).